jueves, 27 de julio de 2023

Sandra Ávila Beltrán no es la Reina del Sur.

Sigo con el tema de los narcotraficantes mexicanos.


Cuando se trata de vender periódicos parece que todo vale. En cualquier parte del mundo. El éxito de la novela de Pérez Reverte sobre una narcotraficante de origen sinaloense que establece un imperio del contrabando de drogas entre España y Marruecos, Teresa Mendoza, hizo que los gacetilleros de sucesos quisiesen hacer ver al público que esto era posible para una mujer en el cerrado y machista ambiente del crimen organizado mexicano. No solo era posible sino que ocurría con frecuencia. Cada vez que la Policía Federal detenía a una mujer por algo relacionado con el narcotráfico era la reina de algo.

Sandra Ávila Beltrán, llamada la Reina del Pacífico, por su relación con el decomiso de 9 toneladas de cocaína en un barco, en realidad nunca pasó de imperar mas que sobre una pequeña banda de muertos de hambre que robaban gasolina, menudeaban drogas y asaltaban viviendas de lujo. Nada que ver con el trasunto de Pablo Escobar con falda que aparece en la novela de Reverte.

Sandra se casó con dos policías que untaron pan en el bronco mundo del contrabando de drogas pero los dos murieron asesinados. Con el mismo método. Esto es, apuñalados por la espalda . El padre de Sandra Ávila sí debió tener cierto calado en el mundo del hampa, pero a la hija solo se le pudo encontrar una vaga relación con lo que hacían sus consecutivos maridos.

¿Por qué la llamaron la Reina del Pacífico?¿Para hacer ver que los delincuentes que las autoridades mexicanas sí pueden detener son más peligrosos de lo que son en realidad? "A mí el personaje de Teresa Mendoza me jodió la vida. Me cayó una condena mayor que la que me correspondía. Se exageraron mis logros y delitos. Casi me extraditan a Estados Unidos", explica Sandra Ávila.

Y eso que contó con unos aliados inesperados. Pérez Reverte y el periodista César "el Batman" Güemes, dijeron que el personaje de Teresa Mendoza no estaba inspirado en ninguna delincuente real. Que había surgido de las entrevistas con narcos varones a los que les hacía gracia que se mostrase su mundo y las reglas que lo dirigen por medio de la historia de Teresa Mendoza. Porque nadie va a permitir en esos ambientes tan cargados de testosterona que una mujer dé órdenes y cobre más importancia que las que ellos permiten que tengan. Reverte nunca se entrevistó con Sandra Ávila Beltrán, aunque sabe que algunas subalternas del hampa afirman que ellas son en realidad el personaje de Tersa Mendoza cuando ningún hombre las oye.


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