Kate del Castillo, Sean Penn y el Chapo Guzmán. (Una noticia de 2015)

 América Latina es la patria del líder espontáneo. Ya se trate de conquistadores que ponen sus ingresos para pagar a sus hombres porque es probable que encuentren poco oro; de criollos que le levantan contra la metrópoli española porque sí; de líderes de la Revolución Mexicana que se balacean entre ellos porque ya no tienen nada que perder mas que el hambre; o de dictadores que no les gusta lo que hacen sus respectivos gobiernos y dan un golpe de Estado sangriento para poder mantener el poder en manos de las olirgaquias en las que se criaron. Ya lo dije. La patria del líder espontáneo.

El Chapo Guzmán, para ser uno de esos héroes, y de paso salir de la pobreza, se convirtió en un capo de la droga. Lo más curioso es que   en octubre de 2014 ya se había fugado de la cárcel de alta seguridad de El Altiplano, donde se le dieron privilegios como cortarse el  pelo cuando le daba la gana, visitas con su esposa Emma Coronel y escribir panfletos contra el alcaide sin mayores consecuencias. Pero no le bastó y se fugó.

Entonces, cuando se está escondiendo de los federales se le ocurre la idea estúpida del año 2015. Como la actriz Kate del Castillo está interpretando a Teresa Mendoza, la narcotraficante de ficción de la novela de Pérez Reverte en una nueva glorificación del hampa, decide que quiere ser entrevistado por ella y por su amante del momento, el actor estadounidense Sean Penn. Penn, que trabaja para la DEA, quiere hacerle una entrevista para la revista Rolling Stone.

Guzmán habla de su infancia difícil, alardea de su recursos como narco y da a saber a sus enemigos su paradero, por lo que su fuga es abortada tras 181 días en paradero desconocido. Es detenido en la localidad de Los Moches, en Sinaloa, y pronto será enviado a una cárcel de alta seguridad en Estados Unidos, donde desde luego no tendrá ningún privilegio.

Kate lo paga caro. Es investigada por las autoridades mexicanas, no vuelve a trabajar en varios años como actriz en México. De hecho, durante la entrevista creyó sinceramente que las intenciones del Chapo eran las de violarla para contar a sus carnales que lo había hecho y matarla. La relación con Penn, de quien partió la idea, quedó rota desde ese mismo momento.