Saioa, Jose Félix, David, y Duna,la perrita tragona.

En tierras de Soloarte, donde el río murmura, vive una dama noble, de alma pura. Es Saioa, valiente y decidida, quien guarda a su perrita, en su lucha sin medida.

Duna es su nombre, de raza Jack Russell, una tragona astuta, de mirada fiel. Pequeña en tamaño, pero grande en astucia, con Saioa y David, su alegría es inmensa.

Velan con esmero que Duna no muerda piedras, ni escape a mendigar pan de las almas tiernas. Mas Duna, ingeniosa, siempre encuentra el modo de burlar la vigilancia y seguir su antojo.

David, el compañero, con amor y paciencia, se une a Saioa en esta ardua presencia. Con ternura la observan, sin perder detalle, mientras Duna, traviesa, su libertad ensaya.

En el parque de Soloarte, donde el sol reluce, Duna encuentra a José Félix, quien con perros luce. Sin un can propio, pero con corazón inmenso, ama a Duna y a todos, en un lazo intenso.

Juegan al pilla-pilla, en risas y carreras, mientras el día pasa entre risas sinceras. José Félix, sin perro, pero con alma de amigo, es para Duna un héroe, en su mundo querido.

Así transcurren los días, en la verde llanura, donde Saioa y David viven la aventura. Junto a Duna y José Félix, en un lazo sincero, tejiendo un poema épico, de amor verdadero.