Los españoles exploraron Nuevo México, Arizona, California, Colorado, Florida, Montana, Texas y Nevada. Todos ellos fueron territorios que pertenecieron a la Corona Española hasta el siglo XVIII. Esta presencia del sustrato cultural español ha dejado una profunda huella, a diferencia de la colonización anglosajona, que no apostó por el mestizaje sino que se dedicó a arrasar todo lo que no comprendían.
Antes de que los Padres Peregrinos desembarcaran en Nueva Inglaterra y fundasen la colonia de Plimouth, los españoles ya habían tenido contacto con todas las tribus del sudoeste y fundado ciudades como Santa Fé, Albuquerque, Durango, El Paso, San Antonio, San Agustín, Los Ángeles o San Francisco.
Los conquistadores españoles fueron los primeros europeos que navegaron por el Mississippi o contemplaron el Cañón del Colorado. Fundaron puestos fronterizos y reducciones a lo largo de 5.000kilómetros, los primeros que se internaron en los pantanos de Florida y abrieron rutas terrestres como el Viejo Sendero Español, que transcurría desde el norte de Nueva España hasta la Alta California o el Camino Real de Tierra Adentro, que unía Ciudad de México con Santa Fe. También fueron los españoles los primeros que negociaron, comerciaron o lucharon con los sioux, los navajos,los comanches, los pueblo,los cherokees, los apaches o los semínolas, mucho antes de que fueran confinados en reservas en condiciones miserables.
Este enorme territorio se defendía con unas pequeñas guarniciones de caballería ligera ( los dragones de cuera) que protegían a los escasos colonos. En este esquema defensivo también intervenían los milicias, formadas por civiles armados por mosquetes en caso de necesidad y que se autofinanciaba.
Fue un piloto portugués pagado por los españoles el primero que reconoció la costa este de los Estados Unidos en 1525 llamado Estebán Gómez. Trazó portulanos de las costas de Nueva Escocia y ancló en lo que hoy es el puerto de Nueva York y la isla de Manhattan. Luego recorrió las costas de Nueva Jersey y Pennsilvania hasta llegar a Florida y desde allí regresar a España. El monopolio de la navegación en esas aguas lo tuvo la Corona Española durante más de medio siglo.
Hernando de Soto nació en Jerez de los Caballeros en 1498 y era tan pobre que tuvo que pedir un préstamo para que las autoridades le permitieran embarcarse hacia el Nuevo Mundo, donde lo protegió Pedrarias Dávila, el gobernador de Darién. Estivo presenta en la conquista del Perú, como capitán de caballería de Francisco Pizarro. En 1536 regresa a España como un hombre rico, gracias a los botines arrebatados a los incas. Usó este dinero para que el emperador Carlos V le permitiera una expedición a Florida y algunas tierras más al norte. En 1539 parte con 650 hombres y 223 caballos.
No fue un paseo sin incidentes. Tuvieron que enfrentarse a fiebres,indios hostiles y serpientes de cáscabel. Eston hombres exploraron los montes Apalaches y recorrieron Georgia y Carolina del Norte. Luego giraron al sudoeste, y en tierra de Tennesee y a actual Movile, tuvieron una batalla campal con la tribu de los choctaws.Pelando con una tribu tras otra, en busca de un oro inexistente, estos hombres que ya estaban al borde del motín contra su adelantado, llegaron a las fuentes del Mississippi, al sur de San Luís en abril de 1541. Cruzaron Arkansas y llegaron al pie de las Rocosas.
Soto probablemente murió de malaria a orillas del Mississippi en junio de 1542, y para que los indios no pudieran ver su cadáver, lo colocaron en el hueco de un gran árbol y o hundieron en las aguas del Mississippi.
Francisco Vázquez de Coronado, un segundón de familia hidalga de Salamanca, era gobernador en 1538 del territorio de Nueva Galicia, al norte de Nueva España. En 1540 emprendió una expedición, en la que iban mujeres y frailes , en busca de la ciudad de Cibola. Se internó en Arizona y trabaron contacto con los indios zuñi. Varios grupos de conquistadores, al mando de oficiales subalternos, exploraron en diferentes direcciones. Uno de ellos, al mando del sargento García López de Cárdenas, guiado por los indios hopis, descubrió el cañón del Colorado.
En 1540, Coronado sale en busca de otro mito: la ciudad de Quívira. Atraviesa el norte de Texas, donde avista rebaños de "vacas salvajes", los bisontes y luego cruza Nuevo México, Oklahoma y Kansas para terminar volviendo a Texas. Tiene un sangriento combate con los indios tiguex, en diciembre de 1540 y regresa a Nueva España, donde el virrey lo encarcela por crueldad con los nativos. Coronado desaparece de una forma muy oscura de los anales de la Historia.
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