sábado, 18 de enero de 2025

La arqueología española y la Alemania nazi.

 Si el viajero pone sus pies en el Germaniches Nationalmuseum de Nüremberg podrá ver entre sus colecciones piezas procedentes de la necróplis segoviana de Castiltierra. Las piezas más importantes de este yacimiento visigótico se encuentran actualmente diseminadas por una decena de instituciones museísticas que se extienden geograficamente desde Pontevedra a Berlín o Viena. Esto es fruto de la colaboración entre investigadores de la Alemania nazi y arqueólogos españoles durante la posguerra española.

En 1939 se funda la Comisaría General de Excavaciones Arqueológicas (CGEA), que sustituye en sus funciones a la anterior y republicana Junta Superior de Excavaciones, como responsable de la gestión del patrimonio arqueológico. La CGEA está dirigida por el catedrético Julio Martínez Santa Olalla. De él dependen comisarios provinciales, cargos sin remuneración, que fueron ejercidos por sabios locales con afición a la arqueología, la mayoría directores de museos.

El totalitarismo de los nazis así como rehabilitar el maltrecho sentido del orgullo germánico tras la humillante firma del Tratado de Versalles convergen en la búsqueda de los orígenes de la raza aria. El prehistoriador Kosinna relacionaba el progreso cultural con la superioridad biologica y defendía el origen de los pueblos mediterráneos en fundadores germánico del centro y del este de Europa. Estas tesis psaeidohistóricas fueron usadas por las élites nazis como una excusa para volver a ocupar sus "antiguos territorios" históricos.

Santa Olalla estaba interesado por demostrar la "arianización" de los pueblos españoles primero por la influencia de los celtas y después a través de la invasión de los visigodos en 410. El CGEA deseaba ser le versión española del Instituto Arqueológico del Imperio Alemán o Ahneherbe, o Comunidad para la Investigación y Enseñanza sobre la Herencia Ancestral, dirigida por Heinrich Himmler.

Pero en el periodo de entreguerras ya había estudiosos alemanes haciendo trabajo de campo en suelo español. El historiador Adolf Schulten estaba excavando las ruinas de la ciudad celtibera de Numancia y es el primer recopilador de todos los textos conocidos de la Antigüedad sobre Hispania. El antropólogo Leo Frobenius recorrió el norte y el noreste de la Península Ibérica haciendo calcos de los principales restos rupestres. Incluso Otto Huth, invastigador asociado a la Anneherbe quería visitar Canarias para estudiar las prácticas religiosas guanches en un archipielago que consideraba un resto de la mítica Atlántida.

El 21 de octubre de 1940 Himmler llegaba a Madrid en preparación de la entrevista de Hendaya entre Franco y Hitler, que tuvo lugar el 23 de octubre. Santa Olalla fue designado a su séquito, acompañándolo al Museo del Prado, al Alcázar de Toledo y al Museo Arqueológico Nacional, donde el jerarca nazi mostró interés por las colecciones ibéricas y visigóticas. La visita a las excavaciones de Calstiltierra tuvo que ser suspendida por las condiciones meteorológicas. La visita al Monasterio de Monstserrat, fruto de una de las obsesiones de la pseudoarqueología nazi, fue decepcionante para Himmler, ya que los clérigos del monasterio se negaron a responder a sus preguntas, de las que nada sabían al respecto, le obligaron a arrodillarse ante una Virgen Negra y no pudo demostrar la relación entre la abadía y la montaña mágica en la que se suponía estaba oculto el cáliz.

Esta hospitalidad se tradujo en que el Gobierno de Vichy permitió el regreso de la Dama de Elche y parte del Tesoro visigodo de Guarrazar. En 1941 se creó en Madrid el Instituto Alemán de Cultura, en 1943 el Centro de Esudios Arqueológicos, dirigido por Helmut Schlunk, especialista en arte visigodo. Se otorgó al secretario general del Annenerbe, Wolfram Siebert, la Cruz de Caballero de la Orden de Isabel la Católica. En contrapartida Santa Olalla fue condecorado con la Placa de la Orden Imperial del águila Alemana. Sievert sería ejecutado por crímenes de guerra por los aliados tras los juicios de Nüremberg de 1945.

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