(Escena: Una oficina en la que se encuentran Félix, el Relaciones Públicas, Mikel, el Contable, y Desmond, el Jefe de Actividades, conversando sobre unos objetos encontrados en el despacho de Gerardo Ayo, el gerente.)
Félix: (mirando una copa de cristal brillante)
¿Qué onda con esta copa? ¿Es un trofeo o algo así? Parece que la ha estado usando Gerardo para alguna especie de premio. O, ¿tal vez para jugar a los vampiros?
Mikel: (curioso, observando la copa)
No sé, pero no parece de la empresa… Y tampoco la reconozco de ningún evento. Aunque, claro, nunca se sabe con Gerardo.
Desmond: (con una ligera sonrisa)
Es curiosa, ¿no? Aunque te diré que no es de Gerardo. Lo que pasa es que yo, antes de estar aquí, era… bueno, un poco más de “acicalarme” en las fiestas. Pero esa copa… Esa copa está en mi casa desde hace años. La gané cuando jugaba en los Rinocerontes de Aperribai, en Basauri. Fue de un campeonato de rugby.
Félix: (con una risa divertida)
¡Vaya, Desmond! ¿Y desde cuándo el Jefe de Actividades tiene esas… habilidades ocultas?
(Pausa) ¡Lo que me estoy imaginando ahora! ¿Tú, culturista? Esto tiene que tener una historia.
Desmond: (poniendo cara de inocente)
No, no, no. No soy culturista, o al menos no de forma profesional. Era parte de mi entrenamiento para el equipo, pero… sí, digamos que las revistas de culturismo en el despacho de Gerardo también son mías. (hace un gesto hacia unas revistas apiladas en la mesa) Las guardé en su momento porque, bueno, ¡eran mi motivación! Pero no esperaba que Gerardo las sacara de su escondite.
Mikel: (mirando las revistas, incrédulo)
¿De verdad esas son tus revistas de culturismo, Desmond? ¡Madre mía! No me lo esperaba para nada. Aunque ahora que lo dices, esas revistas tienen un aire… ¿retro? No es que se vea muy moderno, ¿eh?
Desmond: (encogiéndose de hombros)
Es que, mira, en aquellos días, el culturismo estaba en su apogeo. Y no es como ahora, que hay mil tipos de entrenamiento en Instagram. En esa época, esas revistas eran mi ventana al mundo del músculo, y bueno, aunque ahora me dedico más a organizar actividades para las casa de Cultura, de vez en cuando me gusta ver cómo ha evolucionado todo.
Félix:
¡Ya te veo, Desmond! Si me dices que, en algún momento, pudiste haber sido un culturista o rugbyer, lo creería. Y las revistas… bueno, de todos modos, ¿quién no se guarda alguna nostalgia en algún rincón, verdad?
Mikel: (con una risa contenida)
Ahora lo entiendo todo. Por eso Gerardo se pone tan entusiasta cuando habla de tu “método” para organizar eventos. Dice que haces todo con mucha "fuerza de voluntad". ¡Ya veo por qué! Eso lo tienes entrenado desde tus días con los Rinocerontes.
Desmond: (sonriendo con picardía)
¡Exacto! Hay que ser fuerte en todos los sentidos. Y si algún día necesitan un consejo de culturismo o entrenamiento para placar a un oponente, no duden en preguntarme. ¡Ya se sabe! (bromea, frotándose las manos)
Félix:
Si algún día decides abrir un gimnasio, Desmond, me apunto. Aunque solo sea para las “recomendaciones” sobre cómo levantar los ánimos en la oficina.
Mikel:
¡Y yo para aprender a hacer números con tanta fuerza como esos músculos de las revistas!
Desmond: (riendo)
¡Bien, bien! Creo que ya sé a quién invitar a mi futuro negocio de entrenamiento…
Félix:
¡Lo que es seguro es que Gerardo no tendrá tiempo para esos músculos! Está más enfocado en las reuniones. (se ríe mientras levanta una ceja)
Mikel:
O en encontrar más cosas misteriosas en su despacho. A este paso, se va a montar un circo.
(Todos se ríen mientras la conversación sigue de forma relajada y amistosa.)
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