Diálogo teatralizado: "La Línea que Nos Separa"
Personajes:
-
Malcolm X: Orador carismático, exministro de la Nación del Islam, con una postura crítica hacia la segregación racial absoluta tras su ruptura con la NOI.
-
Alto Cargo de la NOI (Hassan): Figura leal a Elijah Muhammad, defensor de la segregación racial y los contactos con grupos supremacistas blancos para promover la agenda separatista.
Escenario:
Una sala privada en una mezquita de Harlem. El ambiente es tenso, con un escritorio de madera austero, un par de sillas y una lámpara tenue que ilumina el rostro de los personajes.
Hassan: (Con tono firme, pero contenido)
Malcolm, no puedes negar que la segregación es nuestra única esperanza. Elijah Muhammad nos enseñó que los negros jamás tendrán justicia bajo el dominio de los blancos. La separación es la solución. Y sí, si eso implica hablar con aquellos que también desean esa separación, como el Ku Klux Klan o incluso los nazis, que así sea.
Malcolm X: (Cruza los brazos, su mirada intensa)
¿Hablar con el Klan? ¿Con los mismos hombres que cuelgan a nuestros hermanos de los árboles? Hassan, esa alianza es un pacto con el diablo. ¿No ves la contradicción? ¿Cómo podemos decir que luchamos por la dignidad de nuestro pueblo mientras estrechamos la mano de quienes nos deshumanizan?
Hassan: (Se inclina hacia adelante, su voz sube de tono)
No se trata de dignidad, Malcolm. Se trata de estrategia. Elijah Muhammad sabe que nuestra fuerza radica en mantenernos separados. Ellos quieren un país sin negros, y nosotros queremos un país para los negros. ¿Acaso no ves la lógica en eso?
Malcolm X: (Golpea suavemente el escritorio con la palma de la mano)
¿Y cuál es el precio de esa lógica? ¿Nuestra alma? ¿Nuestra humanidad? En mi peregrinaje a La Meca, vi musulmanes de todos los colores, hombro a hombro, adorando al mismo Dios. Aprendí que no es el color de la piel lo que nos divide, sino el odio. Y tú me hablas de pactar con ese odio.
Hassan: (Con tono cortante)
Eso es idealismo, Malcolm. Aquí, en América, no vivimos en un mundo ideal. Los blancos siempre nos han oprimido, y siempre lo harán. ¿Por qué deberíamos engañarnos creyendo que podemos vivir juntos en igualdad?
Malcolm X: (Se levanta, da un paso hacia la ventana y observa la calle)
¿Y si estás equivocado, Hassan? ¿Y si nuestra lucha no es por separarnos, sino por encontrar nuestra fuerza juntos? ¿Cómo puedes llamarlo idealismo cuando lo he visto con mis propios ojos? Yo no puedo aceptar que la solución sea construir muros más altos. Quiero derribar esos muros, incluso si eso me pone en desacuerdo con Elijah Muhammad.
Hassan: (Se pone de pie, visiblemente irritado)
Tus palabras suenan traicioneras, Malcolm. Si abandonamos la visión del Honorable Elijah Muhammad, abandonamos nuestra única oportunidad de liberarnos del yugo blanco. Has cambiado, pero no para bien.
Malcolm X: (Se gira para enfrentarlo, su voz ahora calmada pero cortante como un cuchillo)
Sí, he cambiado, Hassan. Porque he crecido. Me he dado cuenta de que no se puede luchar contra el racismo con más racismo. La verdadera libertad no se gana buscando el aislamiento; se gana enfrentándonos a la verdad, incluso cuando duele.
Hassan: (Pausa, respira profundamente, luego con voz contenida)
Entonces, Malcolm, estás cruzando una línea peligrosa. Esa búsqueda tuya de unidad puede costarte todo. Incluso tu vida.
Malcolm X: (Con una sonrisa amarga)
Quizás. Pero prefiero morir por la verdad que vivir perpetuando una mentira.
(Hassan observa a Malcolm por un momento, sus ojos llenos de una mezcla de furia y tristeza. Sin decir una palabra más, toma su abrigo y sale de la sala. Malcolm se queda, mirando la lámpara parpadeante mientras el sonido de la puerta cerrándose resuena como un eco de su destino inminente.)
Fin del Acto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario