Cuidado de los pies con el buen tiempo.

 Estamos en verano. Con el  buen tiempo ha llegado el momento de guardar en el armario las botas y el calzado de invierno y acoger en nuestros pies las sandalias y el calzado más abierto. Pero, cuidado, con el calor del sol pueden agrietarse los pies y aparecer ampollas, rozadoras o quemaduras solares. A esto se une la posible aparición de hongos tras un paseo por la piscina o la playa sin la prevención adecuada.

LIMPIA Y SECA LOS PIES..

Los pies, como las manos, deben ser mimados durante la higiene por lo que debemeos secar con cuidado los huecos entre los dedos del pie. La acumulación de humedad pueden favorecer la aparición de hongos o el llamado "pie de atleta".

ALIVIA LOS PIES HINCHADOS CON UNA DUCHA FRÍA.

Otro dolos de pies muy frecuente en verano es la fastitis plantar, cuyo remedio es masajear la planta de los pies, desde el talón hasta la base de los dedos.

HIDRATACIÓN DIARIA ANTES DE DORMIR.

Después de lavar los pies es importante hidratarlos para evitar que se agrieten, por lo que es importante el uso de cremas hidratantes con urea, sobre todo en las zonas más secas como los taoles. La urea es un queratolítico, una sustancia que favorece la renovación de la piel haciendo que se desprenda.

USAR PROTECTOR SOLAR EN LOS EMPEINES.

A nadie se le ocurre ir a la piscina o a la playa sin aplicarse loción solar en la cara las manos y el escote, pero a casi ninguna persona se le ocurre pensar que los empeines de los pies reciben la radiación solear de forma perpendicular por lo que se recomienda aplicarse las lociones más allá de los tobillos.

USAR EL CALZADO ADECUADO.

Se recomiendan los zapatos transpirables, ya que así se previene el exceso de sudoración, y que además tengan una buena sujeción, sobre todo en el tobillo y el talón , para evitar las ampollas.

Si se debe usar calzado cerrado, los podólogos recomiendan combinarlos con calcetines de materiales naturales, como el algodón o el hilo, que favorecen la termoregulación del pie.

1CUIDADO CON LAS CHANCLAS!

Las chanclas pueden favorecer la fastitis y otros problemas de los pies, como los esguinces y las metartarsalgias. Por eso los podólogos recomiendan limitar su uso a la piscina o los baños, donde si son recomendadas para prevenir lesiones. Lo mejor es que se ajusten al pie y el tobillo esté agarrado.