domingo, 15 de noviembre de 2009

AMELIA, de Mira Nair.





Todavía recuerdo con cariño la primera de un total de dos cartas enviadas a la revista National Geographic. Hablaba de esta pionera de la aviación, Amelia Earhart.

Eran tiempos duros los del periodo de entreguerras. La gente tendía a pensar que la Gran Guerra sólo había sido un mal sueño. Los supervivientes trataban de ahogar sus penas ante tanto recuerdo traumático con un alcohol prohíbido desde 1919 en los Estados Unidos. Son la llamada Generación Perdida.

Amelia Earhart era un producto de esta época. Fue escogida de entre una multitud de chicas piloto por su aspecto andrógino, que recordaba a Charles Lindbergh, para ser la primera mujer que sobrevolara el Atlántico. En realidad, era una encerrona porque los pilotos masculinos no le permitieron tocar los mandos. Su presencia era puramente testimonial, un mero ardid publicitario.

Amelia no se arredró. Gastó sus ahorros para conseguir el patrocinio adecuado y fletó un Vega para ser la primera mujer que pilotase sobre el Atlántico. Fue un viaje de 15 horas de puro terror. El Vega sólo tenía un altímetro y se averió en el peor momento, justo en medio de un banco de niebla. Las alas se helaron y el aeroplano casi cae en picado. Hubo un escape en los tanques de combustible.

Cuando llegó a las costas de Irlanda, Amelia Earhart hizo un aterrizaje forzoso en un prado de pastos para vacas. Los prados de Gallagher. !Lo habóa conseguido! El rey Jorge V la agasajaría con una cena en palacio. Amelia Earhart sería condecorada varias veces, entre otras instituciones, por National Geographic.

En tierra, Amelia formaba parte de las 99, un grupo de mujeres aviadoras, amantes de los records y de establecer nuevas rutas. Promocionaba su propia línea de ropa femenina. Trabajaba como educadora de niños inmigrantes.

Como miembro de las 99, Amelia decidió cincunnavegar el globo por su parte más ancha en 1937. Ella y su copiloto desaparecerían sobre Itasca. Se ha rumoreado que el Gobierno había presionado a los patrocinadores para que Amelia fotografiase instalaciones navales japonesas en el Pacífico, pero lo más probable es que simplemente Itasca apareciera mal cartografiada en las cartas de navegación del Lockheed Elektra de Amelia.

Vean el filme "Amelia" con Hillary Swank en el papel de Amelia Earhart y Richard Gere en el de Putnam, su marido.

https://www.youtube.com/watch?v=pAFESUpJyXo

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Cómo era la vida de un marino de la Armada Real española en el siglo XVIII.

 Durante el siglo XVIII el poderío español en Europa estaba en la capacidad de transportar los recursos del Nuevo Mundo a Europa a través de...