lunes, 25 de octubre de 2010

Stalingrado. de Joseph Vilsmaier.



La película cuenta el conflicto entre el sentido del deber de un oficial alemán - el teniente Von Witzland, interpretado por un magistral Thomas Kretschmann -y tres de sus hombres - el sargento Rohleder, el cabo Fritz Raiser, y el soldado raso Gege - ante la debacle de uno de los enfrentamientos bélicos más mortales del siglo XX: la batalla de Stalingrado.
La cinta nos muestra la realidad de los combates, donde la muerte es rápida y llega sin avisar, y de otras muertes más lentas como la neurosis de guerra - ahora lo llaman stress postraumático-, las enfermedades o la hipotermia.


Stalingrado fue, como he dicho, uno de los enfrentamientos mas crueles de la Historia. Se calcula que murieron mas de dos millones de personas, entre miembros del 6º Ejército invasor, soldados del Ejército Rojo, y los mas de 10.000 civiles que quedaron atrapados en la bolsa, que simplemente desaparecieron, atrapados en el fuego cruzado.
La campaña estaba incluida en una operación mas amplia, destinada a llegar al mar Caspio y los pozos petrolíferos de Azerbaiján. Los tácticos militares se habían quejado ante Hitler de la incoveniencia de ese giro. Hitler perdió la calma y les acusó de no saber nada de economía.


El primer comandante del 6º Ejército fue Reischenau, pero pronto murió por salir a cabalgar con mal tiempo a causa de una hipotermia, y fue sucedido por Von Paulus.


Von Paulus se vio envuelto al tratar de tomar Stalingrado en una lucha urbana, para la que no se había preparado a ninguno de sus hombres. Dio luz verde a los Sonderkomanndos de las SS para capturar y enviar a los campos de concentración del Oeste mas de 4000 civiles judíos. Hasta que se hartó.


El general soviético Zhukov cerró las tenazas de la bolsa cuando atacó las tropas auxiliares rumanas, sin experiencia de combate, en el pueblecito de Kalach. Goering, jefe de la Lutfwaffe, se afreció a suministrar a los soldados encerrados 300 toneladas de suministros y material, pero no pudo aportar mas que 120, y de forma irregular, a causa de la metereología.


Mientras los soldados iban cayendo a causa de los combates, las amputaciones por congelación, los francotiradores, como el célebre Vassily Zaitsev, Héroe de la Unión Soviética, y la disentería. Aún así se mataban dos soldados rusos por cada alemán muerto.


El 23 de febrero cayó el último aeródromo de aprovisionamiento alemán, lo que agudizó la crisis y acabó con la apariencia de disciplina. Las tensiones habían conseguido que Von Paulus adquiriese un tic en el lado derecho de la cara. Hitler le había enviado a Von Paulus el bastón de mariscal de campo, con una nota explicando que ningún mariscal de campo alemán había sido capturado con vida. La reacción de Von Paulus fue prohibir a su Estado Mayor los suicidios. Fuera cual fuera el resultado, compartirían el destino de los soldados rasos.


El 2 de febrero de 1943 se rinde la Fábrica de Tractores y la Fábrica de Cañones Barrikady, con lo que se da por terminados los combates por la ciudad de Stalingrado.


Ya no quedan civiles vivos en la ciudad. Dos tercios del Sexto Ejército ha muerto o están tan débiles que lo mejor que se puede hacer por ellos es rematarlos. Solo se hacen 91.000 prisioneros, de los cuales sólo 5000 continuarán vivos para la primavera de 1943. Los desarreglos gástricos y el stress postraumático son muy buenos asesinos, casi tanto como el General Invierno.


Von Paulus será liberado en 1952 y residirá hasta su muerte en la RDA. Pero a los protagonistas de la cinta de Vilsmaier les da igual. Despojados de todo, sin un lugar donde ir, gritándole a un cielo sin Dios, mueren en el frente. esperando que lejos, en casa, donde ese dolor no tiene significado, encuentren uno a sus vidas derrochadas.


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