viernes, 20 de febrero de 2015

Eric Foner publica un libro sobre el Ferrocarril Subterráneo.

Febrero suele ser el mes de la cultura negra en los Estados Unidos. Por eso menciono en este modesto lugar como noticia la publicación de este libro sobre unos valientes blancos que lo arriesgaron todo por luchar contra un sistema que les parecía muy perverso.
Su autor es un historiador con el premio Pulitzer llamado Eric Foner. El libro se llama:"Puerta a la libertad. Historia oculta del Ferrocarril Subterráneo".

Siempre creí que el Ferrocarril Subterráneo hacía referencia a un medio de transporte real, pero luego voy y me entero de que se trata solamente de una red de casas seguras donde esconderse hasta abandonar los Estados Unidos.

Los esclavos huían a pie, en tartanas, escondidos en las leñeras de los vapores, etc... También en tren. Cualquier cosa que les ayudara a poner distancia entre elos y sus amos era válida.

Déscribanos la red.

Hoy esta sobrevalorada. Casi cada cierto tiempo los Comités de Edificios Históricos de Nueva Inglaterra o el norte del estado de Nueva York tienen que poner la placa de una supuesta estación del Ferrocarril Subterráneo. Algunos historiadores la pintan como una enorme red con sus rutas y sus contraseñas. Otros dicen que se trató solo del esfuerzo, la desesperación y el instinto de supervivencia de cada esclavo durante la huída.
Lo cierto es que en casi cada población grande había unas doce personas que juntas, o sin conocerse, ocultaban esclavos. Y lo hacían con un gran riesgo para su vida porque podían ser condenados durante 40 años. Eso si la turba no los linchaba antes.

¿Puede mencionarnos algunas de las personas que actuaron dentro de esa red?

En Nueva York no había esclavos, pero sí un amplio moviviento clandestino. Sydney Howard Gay era el jefe de redactores del New York Tribune. También publicaba un panfleto abolicionista semanal. Lo que nadie, nadie, sabía es que escondía esclavos en la redacción del New York Tribune. Los distribuía por casas de colaboradores y simpatizantes abolicionistas, y entre todos se las arreglaban para sacarlos de la ciudad a espaldas de la policía.
Harriet Tubman era una conductora del Tren Secreto. Esta esclava fugitiva liberaba y guiaba por encargo esclavos para que pudieran reunirse con su familia en los Estados del Norte o en Canadá. Fue la primera mujer admitida en el Ejército con el grado de oficial. En 1863 lideró una operación militar de la armada fluvial unionista para liberar esclavos y quemar las plantaciones de arroz en las riberas del río Combahee. 
Pasó por Nueva York en 1855 y 1856, con sus esclavos fugitivos, según las anotaciones secretas de Gay. "Pasó la capitana Tubman con cuatro fugitivos"

Y los cuáqueros. Háblenos de ellos.

Los cuáqueros eran una secta religiosa convencida de que la posesión de esclavos no solo era inmoral, sino que era pecaminosa.
En  Wilmington, Delaware, organizaron una red. Un esclavo fugitivo llegó hasta Gay y comentó:"Me envía un cuáquero. No me importa quién es, pero que Dios le bendiga."

¿Los amos no reaccionaban?

Si. Endurecieron las leyes y los castigos penales para los que auxiliaran a los esclavos. Pero en Pensilvania una turba linchó a un hombre que trató de recuperar a un esclavo. En Boston unos abolicionistas asaltaron un juzgado donde se trataba de devolver a la esclavitud a un hombre.
Los sureños decían en 1850: ¿Cómo podemos confiar en los estados del Norte si se pasan por la piedra nuestras leyes federales?"

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