viernes, 28 de agosto de 2015

Cómicos del cine español.

Las posibilidades de rodar cine durante el franquismo sin toparse con la censura eran pocas. El cine histórico - del que me ocupo frecuentemente en estas entradas- estaba acartonado en las nolstalgias de un pasado imperial añorado. Hacer cine social era jugarse seguir haciendo cine. Así que solo nos quedaba el cine costumbrista o de comedia blanda, que era una prolongación de los sainetes y de los espectáculos que ofrecía la radio y el teatro.
¿Qué a qué viene hablar del cimo humorístico, si jamás le he dedicado espacio en este sitio web? Este mes han muerto los dos últimos gigantes de la escena del periodo entre 1940 y 1975:José Sazatornil "Saza" y Lina Morgan.
Todos los actores cómicos franquistas llegaron a las tablas por casualidad. No sólo hacían cine - cuando tocaba - sino que también participaban en obras teatrales. "Saza" es recordado por haber hecho de empresario catalán dispuesto a camelarse a Franco en medio de una cacería de la época en la película de Berlanga, LA ESCOPETA NACIONAL (1978). También interpretó al militar que proporciona bromuro al doble de Franco, un vendedor de calzoncillos secuestrado y apartado de su vida para tal fin en ESPÉRAME EN EL CIELO, otra película posterior de Antonio Mercero.
Otros cómicos aupados a la historia del cine español por un público cansado de las realidades del franquismo fueron Jose Luís López Vázquez, Manuel Alexandre, Agustín Gonzalez y AlfreDo Landa. Landa es el actor más complejo de este elenco de los años 60, porque no solo inauguró lo que nosotros en España llamamos landismo, sino porque también se atrevía con los papeles dramáticos. En LOS SANTOS INOCENTES interpreta el papel de Paco el Bajo, un aparcero analfabeto que tiene que hacer las veces de "perro de caza" de un señorito franquista. (Mario Camus, 1984).
El landismo consiste en una serie de filmes de la étapa intermedia de Landa centradas en la tensión sexual no resuelta entre toscos españolitos y las exuberantes suecas que encontraron un paraíso en las playas del desarrollismo.
En la étapa más dura del franquismo, los años 40 y 50, destacan Jose Luís Ozores, Pepe Isbert y Manolo Morán. Pepe Isbert en BIENVENIDO, MISTER MARSHALL encarna al alcalde de Villar del Río, un pueblo adormecido de la posguerra, al que se le promete el maná del Plan de Desarrollo Marshall sin saber exactamente qué es y en qué le concierne. Jose Luis Ozores murió joven. Suyas son RECLUTA CON NIÑO, sobre un soldadito español de los años 50, que ante la imposibilidad de dejar solo a su hermano pequeño en el pueblo, decide llevarlo con él al cuartel. Landa haría un remake llamado CATETO A BABOR.
La revolución sexual llegó tarde a España, así que retirada la censura franquista parecía que todo valía, lo que se tradujo en un cine de consumo inmediato y sin ánimo de trascender. Son los años del destape. Landa perdía ante las suecas pero Andrés Pajares y Fernando Esteso, una pareja de cómicos sin más registros, se meten de lleno en las películas de enredos políticos y sexuales de sal gorda. Hay quien dice que es cine zafio y machista, y no le falta razón. Pero estos dos actores, que no tienen más registros que la comedia, representaron el blandiporno en una época en que España descubría que el mundo era más amplio y maravilloso que cuanquier promesa que les hicieran los caciques franquistas en el pasado. No era ver carrne de mujer desnuda por verla, sino por cerciorarse que estaba allí, y que ver eso era estupendo. Fue una catarsis, y las catarsis no evolucionan. Responden a unas necesidades, nada más.
Pajares actuaría en televisión en los 90 interpretando a un cura progresista de barrio en una comedia serial para todos los públicos: AY, SEÑOR, SEÑOR.

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