martes, 25 de agosto de 2015

Mis conclusiones tras ver EL FRANCOTIRADOR.

Por fin me las he arreglado para visionar esta película del señor Clint Eastwood. Lanuza, un amigo mío un tanto particular, dice que la película solo ha ganado el Oscar a los efectos sonoros, ya que el Pentágono boicoteó y presionó a los estudios para que no concedieran ninguno de los premios artísticos. No sé si será verdad.
Lanuza dice que el Pentágono tiene problemas para reclutar nuevos soldados a causa del éxito de la cinta. La película muestra una amena aventurilla sobre un duelo de francotiradores en Iraq, durante la segunda Guerra del Golfo (2003-2007). Lo que preocupa a los generales es que muestra también el frente doméstico, que es más duro. Porque lo hay, y mucha gente se ve atrapada. Se prepara a los soldados para entrar en combate pero el alto mando se despreocupa de lo que les pueda pasar cuando regresan a la vida civil.
Chris Kyle es un producto de la sociedad en la que vive, un pueblecito de la América rural y conservadora. Su padre le dice, tras una pelea de patio de colegio: "Las ovejas son pobre gente incauta que no cree que exista el mal y no sabrían defenderse si este llamara a sus puertas. Los lobos abusan de los débiles. Y separando unas de otros están los perros pastores. Aquí no criamos ovejas y castigamos a los lobos". Lo de castigar a los lobos lo dice poniendo una correa sobre la mesa. No es que sean los valores del padre de Chris. Son los valores de la América conservadora. Se supone que es la visión que tienen estos norteamericanos del papel de su país en el mundo.
Lo que no les cuentan es el precio a pagar por parte de los soldades: desestructuración familiar a causa de las ausencias prolongadas, heridas de guerra - aunque estas son una quiniela -, neurosis de guerra y el hecho de que la vida y las obsesiones de los civiles siguen tal cual, haya guerra o no. No se habla de racionamiento o bonos de guerra, por lo que los marines consideran que el infierno por el que pasan, las razones que les han llevado a la ruptura con su vida anterior al enrolamiento, son ninguneadas.
Esto se ha levado antes al cine con filmes como NACIDO EL 4 DE JULIO con la guerra de Vietnam de fondo, o EL MOTÍN DEL CAINE, que cabreó más a los oficiales navales. En esta película de los años 50 una tripulación militar se rebela contra un oficial comandante totalmente narcisista y desequilibrado. Como la revolución psiquiátrica de los 70 no había acontecido y todo lo relacionado con los enfermos mentales era retirado debajo de las alfombras oficiales, se expresó una queja alegando "que ninguna tripulación de la Marina estadounidense se había rebelado jamás".

PARA VER:
El trailer:
https://www.youtube.com/watch?v=7_M1lbjlv-o 

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