sábado, 21 de enero de 2017

Historia de la fatiga.

Todo el mundo cree que si no lee el siguiente correo electrónico, si no actualiza su blog, si no hace esos cursillos profesionales de reciclaje se quedará apartado de la carrera. Y lo hacemos porque en el fondo creemos que correr, sin saber en ocasiones muy bien adónde es bueno para nosotros. ¿Vivimos mucho mejor que nuestros antepasados?¿O nos cansamos por gusto, esclavos de la robotización de la sociedad?
A Simon Worrall también le preocupaba las razones por las que la gente se cansaba en el pasado y las excusas y explicaciones que se daban para estilos de vida malsanos. En la Edad Media te cansabas y no rendías para tu señor por culpa de las acechanzas del diablo; en el siglo XVIII, te cansabas y no podías cumplir porque se suponía que te masturbabas demasiado; durante la Revolución Industrial, unas clases altas ociosas fatigaban a los sufridos trabajadores para que produjeran excedentes de producción con los que mantener sus imperios coloniales.
Simon Worrall ha querido saber más y por eso henmos adaptado una entrevista con Anna Katharina Schaffner, profesora asociada en literatura comparada y humanidades médicas en la Universidad de Kent, autor de EXTENUACIÓN: LA HISTORIA.

¿Dices que ha habido distintas formas de fatiga a través de los siglos?

En Alemania, de donde soy yo, las clases medias están obsesionadas con el burnout. Muchos de los artículos que aparecen sobre el tema en los apartados sobre salud de las revistas aseguran: "Esta es la época en la que más extenuados estamos". Todos argumentan que los estilos de vida del pasado eran mejores, que la gente de la Edad Media, por ejemplo, no sufría stress. Pero esto no es cierto.
Un campesino medieval hacía un trabajo físico extenuante, estaba economicamente presionado por el señor feudal, y una mala cosecha o una granizada podía hacer que pasara hambre. ¿Acaso esto no causaba stress?

Las descripciones de la extenuación de hace 100 años son muy parecidas a las actuales, por lo que veo.

Sí; pero el fenómeno no lo llamaban burnout sino neurastenia. Los alienistas informaban de que estaban causadas por los viajes en tren, los primeros automóviles, el telégrafo...Cada época ha querido ver ciertas peculiaridades de su tiempo como algo pernicioso y le han querido achacar las consecuencias del stress. El stress es real, pero su percepción y su lugar en la literatura de divulgación médica es un construto cultural.

Un médico aleman del siglo XIX afirmaba que las "imágenes que generan respuestas sensuales" causaban cansancio. ¿Cuáles son las más extrañas teorías sobre el cansancio con las que te has encontrado?

El siglo XVIII es una época sensual, de intrigas sexuales. Para combatirlo, las autoridades aseguraron que había cuatro humores básicos, y que con el semen se iba un poco de la energía vital. Es como si las ideas de la Iglesia sobre el pecado tuvieran que estar respaldadas por la ciencia.
La astrología tambien aparece en esta salsa. Ciertas conjunciones de astros producían un cansancio que te impedia salir de la cama. Literalmente

¿Es cierto que durante el Romanticismo estar cansado estuvo de moda?

Lo llamaban melancolía. Estar deprimido pasó a ser algo cool, de moda, y muchos artistas y escritores abrazaron esas sensaciones con estusiasmo.

Personajes como Franz Kafka, Oscar Wilde, y Virginia Woolf fueron diagnosticados con neurastenia y crearon impresionantes obras de arte, ¿no?

LA DIVINA COMEDIA de Dante fue escrita en un momento de fatiga espiritual, yendo a través de los círculos del infierno. Charles Darwin no se volvio loco a bordo del BEAGLE porque seguía unas normas estrictas: un marinero le leía la correspondencia antes de desayunar. Luego se ponía a trabajar.
Charlotte Perkins Gilman escribió un cuento corto llamado ·El papel de embalar amarillo", sobre una mujer que sufre depresión post parto. Está sometida a una "cura de reposo" y tiene que permanecer acostada en una habitación sin ningún estímulo intelectual. Enloquece lentamente.
Virginia Woolf también estuvo sometida a una de esas curas de reposo cuando le diagnosticaron neurastenia, y acabó odiandolas.

Estas curas de repodo exigían que la paciente no se moviera demasiado y que consumiera cuatro vasos de leche por día. ¿Qué sabemos sobre otras curas?

En el Renacimiento tenías que consumir partes de animales raros. Unos decían que tenías que beber vino y otros aseguraban que el paciente tenía que comer carne de ballena.
Las curas de reposo contra la neurastenia eran muy desagradables: un vaso de leche tras otro y un montón de carne roja. Las pacientes engordaban. Las muchachas tenían que engordar y estar apartadas de sus familiares. Repugnante y misogino.

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