sábado, 11 de febrero de 2017

Del dirigible Hindemburg y otros ejemplos de tecnología patológica.

"Oh, la Humanidad..."

El locutor de radio Herbert Morrison lanzó esta exclamación ante la tragedia del dirigible LZ 129 Hindemburg el 6 de mayo de 1937. Aeródromo de Lakehurst. New Jersey.


Ed regis es un divulgador científico que ha publicado el libro EL DESASTRE DEL HINDEMBURG Y EL NACIMIENTO DE LA TECNOLOGÍA PATOLÓGICA. Como ni usted ni yo sabemos que tienen que ver os dirigibles con ninguna aberración tecnológica, hemos aprovechado que un reportero de National Geographic le preguntó lo mismo, para adaptar esa jugosa entrevista.

¿Qué es eso de la tecnología patológica, Ed?

Llamo así a la tecnología inspirada en las emociones, no en la razón. Los dirigibles como el LZ 129 Himndemburg abultaban lo que tres aviones comerciales actuales. La gente se emocionaba de verlos flotar en el aire, pero su combustible era gas hidrógeno. altamente inflamable. Los alemanes habían intentado hacerlos más seguros con gas helio pero había leyes que prohibían la exportación de esa materia prima desde los Estados Unidos a otras potencias desde 1927.

Cuéntanos la tragedia, Ed. Ponle rostro.

El LZ 129 estaba aterrizando cuando una tormenta de electricidad estática inflamó una fuga de gas hidrógeno. La góndola y la tela de algodón tardaron 34 segundos en arder, quedando solo el armazón de metal.
El LZ 129 estaba equipado con siete millones de pies cúbicos de gas hidrógeno, que es altamente inflamable cuando se mezcla con el aire. Había solo 97 personas a bordo. Solo 35 murieron achicharradas. Las demás saltaron al suelo desde una altura de unos 15 metros.
En cuanto a unas víctimas en concreto podría citar a la familia Doehner. Estaba formada por cinco miembros: Walter y Matilda Doehner, los padres, y sus tres hijos, Walter, Werner e Irene. Estaban en la góndola observando como el dirigible tomaba tierra amarrado a un mastil, cuando todo ardió. Walter murió achicharrado, porque había abandonado el puente para recoger un carrete de fotos. Matilda y sus dos hijos saltaron y salvaron la vida. Irene Doehner fue encontrada tumbada en la pista por el técnico de la compañía petrolera Esso, Emil Hoff. Tenía quemaduras graves y no sobrevivió a esa noche.
Había dos periodistas a bordo del Hindemburg. Leonard Adelt viajaba con su esposa y colega de oficio Gertrud. Escribió un libro llamado EL ZEPPELIN con la ayuda de los pilotos de dirigibles de la compañía. Regresó a Alemania y murió durante el bombardeo de Dresde.

¿Cuales fueron las consecuencias del accidente de aviación?

Esto terminó con la fiebre de los dirigibles para siempre en todo el mundo, excepto en Alemania, donde no solo no se desmanteló la aeronave hermana del Hindemburg, el LZ130, sino que se permitió que hiciera vuelos nacionales.
Los dirigibles eran grandes, pero las líneas comerciales marítimas podían llevar más pasajeros. Pronto los vuelos regulares fueron sustituidos por los de los hidroaviones de pasajeros, como es el caso del Clipper de la Pan Am. Al menos hasta que estalló la Segunda Guerra Mundial.

En 1937 los americanos estaban empezando a recelar de los nazis. ¿Es posible que se hubiera tratado de un sabotaje?

George C. Scott interpretó en una película de 1975 a un oficial de Policía sin afinidad con los nazis que tiene que investigar esa posibilidad. En realidad las teorías de la conspiración sirgieron entre la opinión pública casi al instante. La gente pensaba que una nave tan hermosa no podía arder así como así, con una simple explicación científica. Así que buscaron un chivo expiatoria, un tal Joseph Spah. Era un acróbata alemán antinazi que estuvo haciendo humor negro durante toda la travesía desde Frankfurt hasta New Jersey. Pero el FBI lo dejó marchar tras un breve interrogatorio hecho por salvar las apariencias.
Spah no tenía motivos para querer sabotear el dirigible ni obtenía ninguna ventaja. No había ninguna evidencia de sabotaje.

¿Nos puedes citar un ejemplo acual de tecnología patológica?

Sí. Puedo citar la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa del DARPA. Han ofrecido 500.000 dólares para cualquier individuo o compañía que puedan instalar una colonia humana en otro sistema solar.
No estoy en contra de la exploración espacial. Creo que sería positivo tener una colonia en la Luna o incluso en Marte, arriesgándonos un poco. Pero un viaje a otro sistema solar nos llevaría millones de años. Para llegar al sistema solar más cercano tardaríamos 76.000 años. Nadie se va a embarcar en algo así por mucho que pague el DARPA.

PARA VER.
El trailer de HINDEMBURG. EL ÚLTIMO VUELO. (2011)
https://www.youtube.com/watch?v=NoSL4BDtfqk

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