sábado, 11 de noviembre de 2017

Jackie Kennedy y Onassis. Muerte, codicia e infidelidad sexual.

"Necesito contar mi vida, ¿conoces a algún escritor que quiera oírme pero que no se ponga pesado?", le preguntó Aristóteles Onassis a su amigo Paul Getty. El norteamericano le puso en contacto con un joven periodista inglés, Peter Evans. El magnate griego y Evans se citaron en París en 1967 y trabajaron en el proyecto de libro. No llegó a publicarse porque Onassis perdió el interés después del asesinato del aspirante a la presidencia de los Estados Unidos Robert Kennedy (Bobby).

En 1974, Onassis volvió a llamar a Evans para terminar el libro biográfico, que tampoco pudo ser concluído, esta vez a causa de la muerte del naviero. Evans siguió investigando y publicó la obra en 1986. Cristina Onassis, la hija del hombre considerado como el "empresario más rico del mundo" tardó dos años en leer una obra donde se consideraba a su padre como "un psicópata encantador de serpientes, un hombre que no amaba a ninguna mujer, un maltratador que dependía solo de su imagen, su dinero y su poder para vivir".

Cristina Onassis llamó a Evans y le sugirió que le preocupaba el papel que había tenido su padre en el asesinato de Bobby Kennedy. Cristina se iba esos días a Buenos Aires, así que citó a Evans para unos meses más tarde, con motivo del 38º cumpleaños de ella. Pero la muerte quebró mediante una sobredosis de somníferos la vida de la muchacha. Evans tenía otra vez vía libre para investigar. La conclusión, la respuesta a sus preguntas fue inquietante, así que la plasmó en un libro llamado NÉMESIS, LA VERDADERA HISTORIA.

En 1968, Onassis era el propietario de la compañía aérea Olimpic Airways. Para garantizar la seguridad de sus vuelos en una época en que los secuestros aéreos eran el pan de cada día, Onassis pagó una comisión a Mahmoud Hanshari, un miembro de Al Fatah. Más tarde, Hanshari sería relacionado con las actividades terroristas de Septiembre Negro y con la matanza de atletas israelíes en las Olipiadas de Munich de 1972. Tras el fracaso de las naciones árabes durante la Guerra de los Seis Días, Hanshari pensó que su causa sería aupada con la muerte de un mandatario norteamericano en suelo americano. Cristina sabía que Onassis había proporcionado dinero a Hanshari y tenia miedo de que el escándalo estallase. Hélene Guillet, la última amante del magnate, le había confesado a Evans: "Ari me dijo en la cama que había matado a Bobby por su rivalidad por el amor de Jackie Kennedy y por el obstáculo que siempre habían supuesto el clan Kennedy en sus negocios".

Aristóteles Onassis estaba casado con su primera esposa en 1953, al que ella despreciaba por su incapacidad de mantener la  pilila dentro de sus pantalones cuando se presentaba la ocasión de ser infiel. Era la cuñada del principal rival en los negocios de Onassis, Stavros Niarchos. Por aquella época los cuñados andaban a la greña por la consecución de un contrato multimillonario con el Gobierno de Arabia Saudí para el transporte aéreo y el flete de petroleros. La señora Onassis robó el contrato y se lo entregó a Stavros, a través de su hermana Eunice. Niarchos frustró el negocio de Ari con la ayuda del fiscal general de los Estados Unidos, Bobby Kennedy. A los estadounidenses no le gustaba Onassis porque creían que sus negocios tendían a favorecer a las potencias del bloque comunista, especialmente China.

Jackie Kennedy había conocido a Onassis cuando JFK era senador. En 1963, Onassis ofreció a Jackie una invitación a un crucero por el Mediterráneo en su barco. Tanto JFK como Bobby consideraban a Onassis un advenedizo que corría tras las faldas de las mujeres de los demás, y poco fiable como socio comercial, pero Jackie estaba cansada de las infdelidades de JFK, y aceptó la oferta. Se casó con Onassis tras el asesinato de su marido a manos de Harvey Lee Oswald.

Pero el amor duró poco más que la luna de miel. En 1973, Alexander, el hijo de Onassis, muere en un extraño accidente de avioneta muy similar al de John John Kennedy. Para entonces, el divorcio y las diferencias entre Jackie y Onassis eran un hecho, aunque la relación duró oficialmente hasta 1979. Alexander permaneció en coma varias semanas conectado a un respirador. Su novia Fiona recuerda que Jackie se sentó a su lado, puso su mano entre las de Fiona y preguntó:"Fiona; Alexander sabía que las cosas entre su padre y yo van mal. ¿Te dijo cuánto me correspondería en caso de divorcio?"

Con la muerte de Ari en 1974, Jackie recibió el ingreso anual de 200.000 dólares. Cuando Cristina firmó el último cheque, Jackie se lo arrebató de entre las manos. Cristica sonrió con cinismo y dijo: "Es todo dinero sucio. Estoy segura de que te has ganado cada céntimo de ese cheque".

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