domingo, 8 de abril de 2018

EL PIANISTA, de Roman Polanski. (2002)

1 de septiembre de 1939. Alemania acaba de invadir Polonia. En Radio Varsovia un pianista judío toca mientras el edificio es bombardeado. Se trata de Vladilazj Szpilman. 16 días después hay soldados nazis desfilando por Varsovia.
A finales de 1940 la familia es confinada en el ghetto, donde permanecerá hasta la primavera de 1942, cuando es enviada a un destino incierto en Treblinka. Szpilmann no sufre ese destino porque es salvado por un kapo judío del SD, que lo aparta de las filas y le dice que se esconda. Trabaja como obrero para los alemanes primero y después como dependiente del almacén, donde la resistencia judía esconde armas entre los víveres. Más de una vez está a punto de ser descubierto y ejecutado. Luego es sacado del guetto por un combatiente judío del Zegota. Escondido por personas de la Resistencia en un apartamento con vistas al guetto presenciará la rebelión de los trabajadores especiales en 1943 y su aplastamiento por los nazis.
Dorota, una antigua admiradora, embarazada de su esposo Michal, le da noticia unos meses después de que se prepara otro levantamiento por parte dela Resistencia de Varsovia. Atek Csalas, un antiguo técnico de sonido de Radio Varsovia y miembro de la Resistencia, le cambia de escondite, a un ático frente a un hospital militar para soldados alemanes del frente del Este.
Desde la ventana del ático presencia como los médicos y el retén de guardias del Hospital son tiroteados por multitudes llegadas de todos los rincones de Varsovia. También son duramente reprimidos por los nazis.
Vladek Szpilman tiene que sobrevivir en una ciudad en ruinas, abandonada, en busca de escondrijos y comida como un auténtico Robinson urbano. La última persona que le ayuda es un Justo entre las Naciones, el capitán alemán Wilm Hosenfeld. Este buen alemán se interesa por su salud y le lleva comida y periódicos , a escondidas de sus propios hombres. Le da un abrigo, que casi le cuesta la vida a Spilzmann, cuando el Ejército ruso y algunos hombres del polaco le confundan con un alemán rezagado. Tras varios disparos y un impacto de granada contra el edificio donde corre a esconderse, Spilzmann declara que es un judío polaco y que tiene simplemente frío.
Vuelta la normalidad a Varsovia,  un risionero de Treblinka, violinista de concierto, le indica que se ha encontrado con Wilm Hosenfeld en el campo de concentración de Treblinka. Su unidad ha sido capturada a 30 kilómetros al oeste de Varsovia.
Wilm Hosenfeld morira en Stalingrado como miembro de un retén de trabajadores forzados en 1952. Será nombrado Justo entre las Naciones, un título honorífico dado a las personas goyim que salvaron vidas durante el Holocausto a título póstumo. Spilzmann seguirá tocando hasta su muerte en el año 2000.

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