lunes, 2 de abril de 2018

RESUCITADO, de Kevin Reynolds (2016)

Esta película es una manera de acercarnos al modo en que vivieron los legionarios romanos acantonados en Jerusalén la Pasión de Cristo.

Clavius (Joseph Fiennes) es un tribuno romano encargado de supervisar la ejecución de Jesús de Nazareth por orden de Poncio Pilatos. Es el típico hombre de su sociedad. Quiere la paz, y para conseguirla debe derramar a sangre de los pueblos oprimidos por Roma. En Jerusalén se ha convertido en la mano derecha del procurador Pilatos porque le es útil a la hora de reprimir a los fanáticos zelotes. Espera que el premio sea "una casa en el campo, una familia y un día sin muertes". Desde luego, el muy iluso no sabe en qué sociedad le han educado.

Los fariseos del Sanedrín insisten a Pilatos para que vigile la tumba de Jesús, "porque ese perverso hombre ha prometido resucitar al tercer día". Pilatos y Clavius creen "saber" que los muertos en la cruz no se levantan de la tumba, pero ponen dos legionarios a vigilar que nadie se acerque. El cadáver desaparece, los legionarios también, y será Clavius el encargado de resolver el misterio.

Duro como interrogador, pésimo para tener como enemigo, Clavius interroga a los que oyeron predicar a Cristo, a María Magdalena - en esta versión es una prostituta con la que se ha acostado por unos ases toda su cohorte- y a Bartolomé. Encuentra fé, que no comprende, ya que es politeísta.

La película nos muestra el paso de una religión cómoda por parte del Estado y beneficio del Estado, con dioses que no obligan a nada, fáciles de aplacar, a una religión universal y vinculante. Jesús resucitado le ofrece a Clavius esa vida sin "muertes", que la expectativa del trepe social romano no le ofrecerá jamás.

Hay cosas que se me escapan como el final. Es imposible que un oficial deserte del ejército romano sin consecuencias. Tampoco entiendo como una persona que se ha mostrado tan implacable, despectiva con los inferiores - entiéndase, los judíos y los legionarios desertores-, y consciente de que no se puede dar la espalda a los otros tribunos ni perder de vista a Poncio Pilatos, se vuelve de repente manso como un cordero ante la visión de Cristo resucitado. Más si no tiene no idea de lo que este personaje representa para los suyos, ni ha oído hablar de sus doctrinas.

Entiendo que un tribuno con el culo pelado de crucificar y azotar zelotes entienda que Jesús sea más de lo mismo, otro rebelde, pero de ahí a defender a sus discípulos y a cambiar de actitud. Es un milagro demasiado increíble, incluso para un hombre que resucitó al tercer día.

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