Correspondencia amorosa histórica.

Se publica la correspondencia entre Albert Camus y la actriz española María Casares. Relaciones prohíbidas,engaños,momentos eróticos, celos... Los amores epistolares han sacado a la luz las intimidades de personajes históricos.

El premio Nobel de Literatura Albert Camus y la actriz española Matría Casares se entrecruzaron casi 400 cartas a lo largo de quince años. "Nunca me he sentido más pleno de fuerza y vida. La enorme alegría que me llena levantaría el mundo". Ella le contesta: "Toda mi vida se quedaría corta para amarte".

María había acompañado al exilio a su padre, Santiago Casares Quiroga, primer ministro de la Segunda República. La muchacha encadenaba giras internacionales de la Comedie Française. Albert Camus tenía otras relaciones, además de estar casada en segundas nupcias con Francine Faure, lo que nos explica las frecuentes separaciones y el gran número de cartas que se entrecruzaron. Se conocieron en casa del escritor y se hicieron amantes lanoche el 6 de junio de 1944, inconscientes de que los aliados se acercaban a París y que pronto la liberarían.

Terminadala guerra la mujer de Camus regresó a Argelia. Allí dio a luz a dos hijos, los mellizos Catherine y Jean. María y Camus rompieron porque el escritor estaba metido de lleno en la paternidad. Reanudarían la relación en 1953 y ya no habría cambios hasta la muerte de Albert Camus en un accidente durante 1960.

María se casaría con uno de los mejores amigos de Camus, André Schinsser. Moriría en 1996.

La ardiente correspondencia entre Camus y Casares ha sido publicada por la editorial francesa Gallimard. Constituye un tomo de más de 1230 páginas.

"Mis pensamientos regresan sin cesar a las decisivas horas en que estaba sentada en tus rodillas y apretada contra tu corazón y cuando sentíamos lo mucho que nos adorábamos"

Carta de Victoria Eugenia al rey Alfonso XII.

"Desearía poder oír tus labios murmurando esas excitantes y celestiales palabras sucias, ver tu boca haciendo ruidos y sonidos sucios, sentir tu cuerpo culebreando debajo del mío".

James Joyce a su esposa Nora.

"Usted es una sin importancia, desgarbada, tonta Cenicienta. Usted nunca me escribe; usted no ama a su marido".

Napoleón Bonaparte a Josefina.

"Anna querida, amiga mía, !perdóname y no me taches de sinvergüenza! He cometido un crimen imperdonable, he perdido todo el dinero que me enviaste, todo, hasta el último kreutzer. Ayer lo recibí y ayer mismo lo perdí. (....) !Oh, amiga! No me condenes para siempre.

Feodor Dovstoievski a su tercera esposa, Anna Shirkina, a causa de sus problemas con la ludopatía.