viernes, 11 de mayo de 2018

Masada.

Ubicada en la alto de un acantilado sobre un paisaje desértico la antigua fortaleza de Masada guarda sus secretos para el visitante que sepa evocarlos.

El palacio, levantado por Herodes el Grande, es el último lugar de los patriotas judios de Eliezer Ben Yair luchó contra la legión romana comandada por Flavio Silva, que supuestamente culminó con un pacto de suicidio entre los hebreos antes deaceptar la rendición y una vida como esclavos, siendo optimistas, muy optimistas.

El sitio es Patrimonio de la Humanidad de la Unesco y vigila una extensión esteril del desierto de Israel, interrumpida por el cada vez menos profundo Mar Muerto. Los peregrinos llegan antes del amanecer y suben a las ruinas de la gloriosa fortaleza a través de un serpenteante sendero que conduce a la cina del acantilado.

Masada se construyó como un complejo palaciego por encargo del rey Herodes el Grande, que reinó de 37 a de C al 4 después de Cristo. Uningenioso sistema de recolección de agua permitía sostener una población de 1.000 personas en un medio hostil. El palacio también es una muestra de la pericia de los ingenieros romanos de la época de Augusto.

En 66 un grupo de rebeldes judíos que se rebelaron contra el dominio romano ocuparon Masada y lo mantuvieron curante varios años, aprovechando los desórdenes políticos que atenazaban Roma. La legión comandada por Flavio Silva sitió la fortaleza. Los rebeldes ya no podían recibir refuerzos ni ayuda militar porque Jerusalén había caido bajo las legiones de Tito en 70. Los ingenieros militares de la legión rompieron las defensas de Eliezer Ben Yair con la construcción de una rampa, cuyos restos aún pueden verse hoy.

Según el historiador Flavio Josefo, antes de que los legionarios pudieran invadir el recinto, los rebeldes acordaron suicidarse en masa; los hombres mataron a sus esposas e hijos y luego se mataron entre sí. El último hombre se atravesó el corazón con una sica. Según este informe 960 personas murieron de este modo, con solo dos mujeres y conco niños como supervivientes.

Algunos estudiosos ponen en duda esta histora, aportando el hecho de que los registros arqueológicos no la apoyan. De todas maneras, las leyendas también conforman el legado de un pueblo y los militares israelíes juran simbolicamente antes de licenciarse: "Masada no volverá a caer". El ingeniero espacial Elon Musk ha publicado un selfie suyo en Imstagram en las ruinas bajo el que ha escrito: "Vivir en libertad o morir".

El complejo se convirtió en un pequeño monasterio hasta el siglo VI, año en el que los monjes lo abandonaron. Las ruinas permanecieron abandonadas trece siglos, hasta 1828. Los arqueólogos no se preocuparon por ellas hasta la década de 1960.

La conservación y restauración del palacio han sido deliberadamente limitadas, con algunas concesiones a la modernidad y el turismo,incluida la construcción de un teleférico para los visitates que noquieren o no pueden subir por el sendero hasta la cima, así como un centro de visitantes y un museo. El transporte público se extiende desde Jerusalén y Tel Aviv, y también se organizan visitas para grupos numerosos.

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