jueves, 12 de julio de 2018

SERGIO Y SERGEI, de Ernesto Daranas. (2018)

Verano de 1991. Sergei es el último cosmonauta soviético. Subió a la defectuosa estación espacial MIR en medio de la perestroika de Gorbachov, cuando su ciudad natal se llamaba Leningrado. Cuando descendió su país se llamaba simplemente Rusia, su cuidad se llamaba San Petersburgo y la superpotencia que lo había mandado al espacio se dividía en quince naciones soberanas diferentes. Todo ello en 312 días.

Todo empezó el 18 de mayo de 1991, cuando Sergei Krikaliov y su compañero Anatoli Artsebatski subieron al espacio para lo que iba a ser una mision rutinaria de conco meses. Subió a la MIR  con ellos Helen Sharman, la primera astronauta británica. El trio se sumó a la tripulación de la Mir. Al cabo de ocho días Sharman bajó a tierra con dos tripulantes. Krikaliov y Artsebatski se quedaban solos en el espacio.

Mientras tanto pasaban infinidad de cosas en La Tierra. Muchos territorios no rusos que pertenecían a la Uniòn Soviética reclamaron su independencia, entre ellos Jazajstán, donde estaba la Baikonur. La Unión Soviética decidió ofrecer a un kazajo la plaza del astronauta que debería haber reemplazado a Krikalov.

En agosto de 1991 un golpe de Estado orquestado por los comunistas más acérrimos intentaba derrocar al Presidente Gorbachov. La gente, entusiasmada por las reformas de la perestroika y las nuevas maneras de hacer política, se lanzó a las calles. Gorbachov recuperó el poder a los pocos días, pero el sistema soviético estaba tocado. Ya no podía pagar a todos sus funcionarios ni cumplir sus promesas de seguridad para todos los soviéticos. La ex repúblicas iban presionando al Politburó para obtener su autonomía.

El 2 de octubre, tres nuevos astronautas llegan a la MIR. Uno de ellos es Franz Biehböck, un austriaco. La Unión Soviética había vendido a Austria una plaza para poder seguir financiando sus proyectos espaciales en curso. Biehböck trajo limones al espacio por lo que todos los miembros de la tripulación de la MIR obtuvieron su necesario aporte de vitamina C y la amenaza del escorbuto quedó atrás.

Los rusos se planteaban vender a los estadounidenses la Mir. Volkov y Krikaliov tenían una cápsula Suyuz para entrar a la Tierra, pero no se atrevían a usarla, porque si lo hacían la estación espacial MIR quedaría abandonada, como el pedazo más caro de chatarra espacial.

La URSS quedó disuelta el 25 de diciembre de 1991. Vólkov y Krikaliov seguían en el espacio. El reemplazo de Krikaliov llegó el 25 de marzo de 1992. Regresó a la Tierra, donde fue condecorado como héroe de Rusia. Con sus 312 días en el espacio, nadie había pasado hasta ese momento tanto tiempo en órbita.

Tras este desaguisado Estados Unidos y Rusia cooperaron para construir la Estación Espacial Internacional (ISS), que arrancaba en 1998. Krikaliov sería uno de los primeros rusos en pisarla.

¿Quien era Sergio? Un radioaficionado cubano y profesor de marxismo, que se mantuvo en contacto con la estación espacial MIR y compartió con Serguei su incertidumbre ante el futuro a madida que le daba noticias de lo que pasaba en la Tierra.

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