Y la batalla en cuestión es Nördlingen (1634). Es ta pequeña población de Suabia contempló como los tercios de Flandes derrotaban a las tropas suecas, que hasta entonces se creía eran invencibles. Me he sacado de la manga, a falta de una verdadera entrevista con el autor que adaptar a este blog, a Eusabio, un historiador de mentira que nos explicará algunas cosas de esta novela histórica.
-Explíquenos algunas cosas acerca de Nördlingen, amigo Eusabio.
LA BATALLA es la segunda novela de Fernando Martínez Laínez sobre los Tercios de Flandes. Habrá una tercera sobre la derrota que le puso final a todas las esperanzas de la Monarquía Hispánica, que es Rocroi (1643).
El general a cargo de las tropas del Imperio Español era el cardenal-Infante, Fernando de Austria, que venía en ayuda de su primo Fernando de Hungría, otro Habsburgo.
-¿Es el que se convertiría en el emperador Fernando III?
-El mismo, amigo José Félix. Al otro lado estaban las tropas germano suecas dirigidas por el general Gustav Horn y el principe Bernardo de Sajonia-Weimar. 21.000 católicos contra 16.000 protestantes en medio de la Guerra de los Treinta Años. Los protestantes perdieron a causa de las discrepancias entre los maestres de campo sobre la táctica a seguir y a que creían que lo que tenían enfrente solo eran 7.000 piqueros y arcabuceros católicos. Las tropas españolas soportaron 16 asaltos por parte de los suecos, que estaban equipados con las primeras bayonetas y unos arcabuces muy superiores a los suyos. Los Tercios acabaron capturando al general Horn.
-¿Qué opinión te merece el Cardenal- Infante, Fernando de Austria?
Era un genio militar y los españoles lo hemos olvidado completamente. Era hermano de Felipe IV, un rey indolente. Es una pena que falleciese con poco más de 30 años, en 1641.
-¿Por qué España perdió peso en Europa?
A causa de la influencia del válido de Luís XIII, el rey de Francia. El cardenal de Richelieu logró unificar los intereses de los nobles franceses y reprimir las voces discordantes, algo que no consiguió Olivares con su Unión de Armas.
La Unión de Armas era un intento de que todos los miembros de la Monarquía Hispánica costeasen la guerra de los Treinta Años y las operaciones militares en Flandes conforme a su proporción de riqueza. Pero la cosa fracasó porque tantos los vizcaínos como los catalanes no querían renunciar a sus fueros a favor de unos presuntos beneficios que no veían en Castilla cuando viajaban por ella. Los catalanes, por ejemplo, tenían un privilegio que no les permitía hacer levas para mandarlas fuera del territorio catalán.
-¿Qué pasó?
Los catalanes se rebelaron en 1640 durante el Corpus de Sangre ante la obligación de sufragar la manutención de las tropas castellanas de camino a Flandes. Los vizcaínos se rebelaron entre 1631 y 1634 a causa de las levas obligatorias y del estanco de la sal, pagar más impuestos por una mercancia de primera necesidad. Ambos levantamientos fueron reprimidos, aunque en ambos se volvió a la normalidad foral.
-¿Qué opinión te merece el Cardenal- Infante, Fernando de Austria?
Era un genio militar y los españoles lo hemos olvidado completamente. Era hermano de Felipe IV, un rey indolente. Es una pena que falleciese con poco más de 30 años, en 1641.
-¿Por qué España perdió peso en Europa?
A causa de la influencia del válido de Luís XIII, el rey de Francia. El cardenal de Richelieu logró unificar los intereses de los nobles franceses y reprimir las voces discordantes, algo que no consiguió Olivares con su Unión de Armas.
La Unión de Armas era un intento de que todos los miembros de la Monarquía Hispánica costeasen la guerra de los Treinta Años y las operaciones militares en Flandes conforme a su proporción de riqueza. Pero la cosa fracasó porque tantos los vizcaínos como los catalanes no querían renunciar a sus fueros a favor de unos presuntos beneficios que no veían en Castilla cuando viajaban por ella. Los catalanes, por ejemplo, tenían un privilegio que no les permitía hacer levas para mandarlas fuera del territorio catalán.
-¿Qué pasó?
Los catalanes se rebelaron en 1640 durante el Corpus de Sangre ante la obligación de sufragar la manutención de las tropas castellanas de camino a Flandes. Los vizcaínos se rebelaron entre 1631 y 1634 a causa de las levas obligatorias y del estanco de la sal, pagar más impuestos por una mercancia de primera necesidad. Ambos levantamientos fueron reprimidos, aunque en ambos se volvió a la normalidad foral.
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