domingo, 3 de febrero de 2019

Los cánones de la belleza en el mundo antiguo

Ellos, fórnidos, musculosos y esbeltos. Ellas, con curvas y cinturas estrechas. Una mirada a las representaciones de hombres y mujeres en culturas milenarias demuestran que nuestros gustos no han variado tanto. De los faraones a hoy, estos son los rasgos más irresistibles.

LOS FARAONES.

Depositario de todas las perfecciones masculinas y representante del dios Horus en el mundo de los vivos, al faraón se le representaba con los hombros anchos y el tronco estrecho. Los brazos y las piernas eran fórnidos, fruto de una vida dedicada al ejercicio físico y a los ejercicios militares. El vientre era plano.

A las mujeres se les representaba con curvas en las cadera y la cintura y los pechos bien delineados.

Akhenaton cambió el canon artístico al representarse con tripa cervecera y rostro alargado. El culto a Atón exigía que el faraón fuese una mezcla de rasgos femeninos y masculinos. Otros autores sugieren bisexualidad o ginecomastia, una enfermedad en la que los varones desarrollan mamas femeninas.















LOS GRIEGOS Y LOS ROMANOS:

Esto que ven en la imagen es el juicio de Friné, una hetaira que fue absuelta de un juicio tras desnudarse y mostrar sus encantos al jurado. Otros dicen que se limitó a mostrar sus pechos a los fiscales.

Friné era una hetaira naural de Tespias (Beocia) que había huído a Atenas en 371 a de C tras la destrucción de su ciudad natal a manos de los tebanos tras la derrota de los espartanos en la batalla de Leuctra.

En 350 a de C fue denunciada por impiedad (algo que le había costado en 399 a de C la vida al propio Sócrates) y de compararse con la diosa Afrodita. Como su abogado estaba perdiendo el juicio, decidió, según algunas versiones, desnudarla y decir que no era justo privar al mundo de tanta belleza.

Los hombros de los hombres son anchos, el talle es estrecho y los cuerpos son musculosos, hechos para la vida en los campamentos militares y la palestra.

A los griegos y los romanos les gustaban las mujeres con las nalgas bien conformadas, de vientre plano, cintura estrecha y caderas anchas, presumibles ganadoras en la tarea improba de traer al mundo nuevos ciudadanos. Lo romanos se fijan en que los labios sean carnosos y las piernas sean bonitas, lo cual es una novedad frente al canon de la belleza del mundo clásico.

LOS HINDÚES.

El Kamasutra y los paneles eróticos de los templos medievales de Khajuraho nos han mostrado que tipo de hombres y mujeres les atraían. La sensualidad de sus figuras eróticas femeninas resalta las nalgas y las piernas. Curvas sinuosas en las caderas y la cintura.

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