domingo, 17 de marzo de 2019

Miguel Ángel Buonarroti.

Se crió con una humilde familia de picapedreros. Y aquel ruido de mazo y cincel marcó su vida. Aunque genial en todas las artes, la escultura le abrió por primera vez laspuertas de la gloria, pero también la de la frustración, al final de sus días.

Miguel Ángel Buonarroti le contó a su biógrafo, Ascanio Condivi, como había mamado el amor por extraer vida de las piedras con la leche de su nodriza, la esposa de un picapedrero. El genio del Renacimiento había perdido a su madre a la edad de seis años, y su padre era el corregidor - hoy los llamamos alcaldes- del pueblecito de Caprese, donde nació en 1475.

Allí observó trabajar a los picapedreros y decidió ser artista. Esa vocación le llevó a una serie de amargas discusiones con su padre, Ludóvico di Leonardo, pero al final ambos decidieron que el interesado entrase como aprendiz en el taller de Ghirlandaio. Allí aprendió el arte del fresco y a esculpir.

En Florencia observó las esculturas del jardín de Lorenzo de Médicis, e incluso esculpió la de un viejo fauno. Lorenzo le dijo que el fauno estaba bien pero que su dentadura era demasiado perfecta para un ser mitológico de esa edad. Miguel Ángel cogió un cincel y extrajo un diente de la boca del fauno con tal maestría y precisión que Lorenzo de Médicis le abrió la puerta a las cenas en su mansión de Florencia donde departían los más reputados humanistas locales.

En Florencia ganó su fama como artista hasta que el Papa Julio II le pidió a Lorenzo que le enviase artistas a Roma. Leonardo da Vinci no fue escogido así que se encaminó a Milán, donde fue acogido en la corte de Ludóvico Sforza. Miguel Ángel fue elegido tras venderle a un cardenal un amorcillo esculpido al estilo romano y envejecido artificialmente tras enterrarlo en secreto.

En Roma le vendió a un cardenal francés una estatua de La Piedad que actualmente se encuentra en la Basílica de San Pedro.

Miguel ángel esculpía, pintaba y levantaba planos de edificios a gran velocidad. También escribía cartas de amor y poemas a la aristócrata y poetisa Vittoria Colonna, así como al dibujante Tommaso de Cavalieri. El escritor satírico Pietro Aretino decía que Miguen Ángel era homosexual, una acusación grave para las autoridades de la época, y que ya le había costado un disgusto en Florencia a Leonardo Da Vinci. Los historiadores no se ponen de acuerdo en su eran relaciones platónicas o llegó a consumar carnalmente nada.

Durante uno de sus regresos a Florencia aprovechó un bloque de mármol abandonado en el patio de la catedral y esculpió un guerrero en reposo con una honda en la mano.: el David. Muchos escultores habían fracasado en sacar provecho a ese bloque de cinco metros de alto. La cabeza y las manos parecen más grandes que en un cuerpo humano normal, pero eso es porque se suponía que el viajero debía mirarlo desde el suelo.

Se montó un ingenio de madera para trasladar la estatua a la Piazza de la Signoría, manejado por 40 hombres. La idea inicial era que debía estar dentro del Duomo pero Lorenzo de Médicis pensó que impondría más allí.

De vuelta en Roma, pintó la Capilla Sixtina, unos frescos en el techo de la Basílica de San Pedro, donde actualmente se celebran los Cónclaves. Para ello, el exigente Miguel Ángel despidió a todos sus ayudantes porque no trabajaban con la calidad que se exigía a sí mismo. Trabajaba en un andamio levantado por él mismo.

En la película EL TORMENTO Y EL EXTASIS el Papa Julio II pasapor debajo del andamio con la excusa de unos rezos y en ciertas ocasiones le preguntaba al malgeniado artista: ¿Cuándo terminarás?

-Lo terminaré cuando lo termine- le contestaba Miguel Ángel.

Un día el pintor previó que el Papa iba a molestarle otra vez y le tiró un cubo de pintura.

Terminados los frescos Julio II le pidió que tapase los genitales de las pinturas a lo que Miguel Ángel le dijo que solo Dios podía ordenarle que modificase su obra.

Cuando murió Julio II fue elegido León X, un Médicis. Este le encargó un panteón funerario para su antecesor. Miguel Ángel quería hacer un conjunto escultórico monumental de más de 40 figuras, pero nadie quería comprar el mármol de Carrara que exigía el artista, así que tuvo que conformase con algo más modesto. Entre las figuras talladas en este periodo se encuentra el Moisés. Era tal su majestad, que Miguel Ángel golpeó una rodilla de la estatua con un mazo y le dijo: "Habla".

Miguel Ángel moriría en 1564.

PARA VER:
El trailer en versión original de EL TORMENTO Y EL EXTASIS (1965) con Charlton Hexton ( Miguel Ángel) y Rex Harrison (Julio II, el Papa guerrero).
https://www.youtube.com/watch?v=WohsdTBeAK8 

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