Este santanderino había trabajado en los proyectos de otros directores como ayudante de dirección y en episodios televisivos. Para su ópera prime ha elegido uno de los episodios más negros de la Historia del País Vasco.
En marzo de 1976 Franco ya lleva unos meses muerto. Los reprimidísimos trabajadores deciden jugarse todo por el todo en el País Vasco y empiezan una serie de huelgas reclamando un rebajo de la edad de la jubilación y reformas en lo tocante a los salarios y a la seguridad en las fábricas. Vitoria lleva unos meses de efervescencie reivindicativa- en cristiano, huelgas y concentraciones obreras-.
¿A quién no le gusta todo esto? A los franquistas del "bunker" que se resienten de la muerte del Caudillo, que los aglutinaba a todos. Tienen que cambiar, tienen que hacer reformas, pero después de 40 años sin hacerlo, nadando a rebufo del resto de Europa, no sienten el menor deseo de hacerlas ni de salir del aislamiento.
Begoña es una adolecente idealista que se ha enamorado del sindicalista Mikel. Con él asiste a reuniones en una época en la que el derecho a la huelga y a la reunión estaban prohíbidos. En una de las reuniones ve a su padre, un locutor de radio local, por lo que Begoña sabe que tendrá una regañina seria en casa. Pero lo malo es que su madre Ana, que da clases particulares, también está presente.
El patriarca de la familia recibe la oferta- chantaje de un jerifalte de la extrema derecha. Podrá dirigir las radios del País Vasco si habla bien de la patronal y hace la vista gorda cuando intente seducir a su mujer, Ana.
El clímax es el enfrentamiento con pelotas de goma disparadas a bocajarro contra la gente, el empleo de munición real contra los manifestantes reunidos en la Iglesia de San Francisco de Asís, en el barrio vitoriano de Majorana, y la muerte de cinco trabajadores a manos de la Guardia Armada, enviada a sofocarlas huelgas por el Ministro del Interior Manuel Fraga Iribarne y el Ministro de Relaciones Sindicales, Rodolfo Martín Villa. Ninguno de los dos fue castigado por las autoridades democráticas posteriormente, a pesar de una orden de entrega internacional emitida desde Argentina.
Es más, los dos trataron de rebajar la tensión visitando a los heridos, lo cual elevó más la animadversión hacia el Gobierno del presidente Arias Navarro. La esposa de uno de los heridos preguntó a Fraga con desdén si había acudido allí para rematar a los heridos.
Es más, los dos trataron de rebajar la tensión visitando a los heridos, lo cual elevó más la animadversión hacia el Gobierno del presidente Arias Navarro. La esposa de uno de los heridos preguntó a Fraga con desdén si había acudido allí para rematar a los heridos.
Los personajes principales son de ficción pero las grabaciones de la Policía que se escuchan en la cinta son reales. Se incluye un pasaje en que los Guardias Armados se felicitan entre ellos por da una soberana paliza a los huelguistas. Esa misma noche la respuesta de los obreros llegaría rauda como la muerte. Un cóctel Molotov mataría al inspector de Policía Antonio Losada a la puerta de una comisaría.
En Basauri murió unas semanas después acertado por una bala de la Policía Armada el adolescente Vicente Antonio Ferrero. Mi padre, Félix Morales, se lo cruzó. Félix iba a su trabajo. Vicente en busca de su destino.
Basauri había escrito su nombre en las páginas de la lucha obrera en el tardofranquismo por la huelga de Bandas, la más larga efectuada durante el Régimen entre 1966 y 1967.
PARA VER:
Un teaser de la cinta VITORIA 3 DE MARZO. La Policía Armada en su esplendor.
https://www.youtube.com/watch?v=VzrOeZckdu0
PARA VER:
Un teaser de la cinta VITORIA 3 DE MARZO. La Policía Armada en su esplendor.
https://www.youtube.com/watch?v=VzrOeZckdu0
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