sábado, 17 de julio de 2021

La cruda realidad de las violaciones: una estadística.



 (Basado en un artículo de National Geographic News de octubre de 2013)

Cuando piensas en un violador imaginas a un tipo adulto que acecha en las sombres a muchachas jovencitas. no tan rápido; amiguito/a. las investigadoras Michelle Ybarra del Centro de Investigación para la Innovación en Salud Pública, y Kimberly Mitchell, del Centro de Incastigación contra el Crimen contra los Niños hicieron unos test a unos jóvenes estadounidenses en edad escolar, rastreando cualquier rastro de violencia sexual.

El 10 % reconoció haber recurrido a la violencia sexual alguna vez en su vida; y el 4 % aseguró haber completado una violación.

Y no estamos hablando solamente de los varones.

Los niños y las niñas adolescentes  instigan cada vez la violencia sexual y cuando los criminólogos interrogan en la cárcel a auénticos depredadores sexuales, todos reconocen que sus comportamientos nefastos empezaron durante la adolescencia y evolucionaron hacia los delitos por los que se los condenó.

Quizás la parte más perturbadora de todo esto es que los varones, tradicionalmente considerados como los principales perpetradores de violencia sexual, no son los únicos responsables de la violencia sexual. Las mujeres también recurren a ella

De los encuestados que informaron ser perpetradores el 48 % eran mujeres muentras que el 52 % eran hombres.Curiosamente, las mujeres tienden a escoger víctimas mayores mientras que los hombre prefieren las jovencitas. Las mjeres también tienen más posibilidad de participar en actividades de violación en grupo. 1 de cada 5 mujeres informó de esta actividad frente a uno de cada 39 hombres.

Aunque las autoras del estudio consideran los vídeos violentos de clasificación X y los videojuegos como factores importantes, son cuidadosos en adjudicar a estos medios la causalidad de la depredación sexual.

las investigadoras examinaron si había diferencias entre los espectadores de material X que incluían dañar o humillar a una persona. Primero preguntaron a los suetos si habían visto material de clasificación X. Si la respuesta era positiva, la pregunta pasaba a ser si habían visto material para adultos violento.

"De los que habían visto pronografía violenta el 17 % resultaron ser perpetradores mientras que un 3 % habían vito el mismo tipo de productos y no lo eran.

Las cuatro clasificaciones de la violencia sexual consideradas en el etudio fueron contacto preexual, sexo coercitivo, intento de violación o violación consumada. Las diferencias de género surgen en los tipos de violencia sexual.

"El contacto sexual coercitivo es similar para hombres y mujeres (besos por la fuerza, tocamientos en partes no erógenas no solicitados) con un 52% para los varones y un 47 por ciento para las mujeres. pero la violación y sus intentonas son predominantemente masculinas con un 75 %, con el 25 restante cometido por mujeres.

A las chicas y a los niños se les advierte del peligro de acercarse a los extraños. "No es realmente el problema", dice Ybarra, desmontando el mito  sexual de que la mayoría de las personas son agredidos por personas que no conocen, casi al azar.

Las tres cuartas partes de los que experimentaron violencia sexual lo hicieron por parte de su pareja romática. El 25 % restante fueron víctimas de un familiar, un conocido o un compañero del trabajo.

Una vez denunciada la agresión sexual la justicia es muy difícil de lograr a causa de los sesgos culturales. Los criminólogos estiman que el 66 % de las agresiones se acallan pero que solo el 1 % de los violadores son denunciadas, y de este grupo de acusaciones solo otro 1 % acaba en arresto.

Decíamos que los segos y actitudes inculcadas por la educación recibido son el detonante de este panorama, ya que el 50 % de los perpetradores/ as culpan a sus víctimas por la ropa que llevaban puesta, la hora a la que decidieron salir a la calle o por cualquier otra excusa.

Aún así, es muy difícil que un hombre denuncie su propia agresión sexual porque "es muy difícil para ellos asumir ante los policías varones que fueron un mero juguete asustado en manos de un grupo de mujeres o jovencitas", según Ybarra.

1 comentario:

  1. Me ha sorprendido bastante conocer los datos cometidos por las mujeres. Esta bastante claro que la violencia no es una cuestión de género, ser o no la víctima de un tipo de violencia, en cambio, sí. A mi parecer, tenemos que facilitar y fomentar las denuncias, todas de ellas. Callarse sólo es un sinónimo de miedo, tenemos que acabar con eso.

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