Madame Thermidor.

7 de Thermidor del año II. O lo que es lo mismo, 25 de Julio de 1794. El jefe de policía indica a la aragonesa Teresa Cabarrús que al día siguiente tiene que presentarse para un juicio farsa ante el Tribunal Revolucionario. Teresa no se hace muchas ilusiones. Le quedan unas pocas horas de vida, Es la época del Gran Terror. El Tribunal había puesto un cupo de 70 ejecuciones diarias pero las presiones y las absurdas competiciones acerca de quién es más jacobino que el propio Robespierre entre los miembros del Comité de Salud Pública hace que los cupos se rebasen.

Llena de desesperación y furia escribe una carta: "Voy a morir por ser la amante de un cobarde". La carta adjuntaba un paquete. Cabarrús, conocida en París como Madame Tallien le enviaba al ciudadano Tallien una daga.

Teresa había conocido al diputado jacobino Tallien en Burdeos. Utilizó su ascendente sobre su marido para ayudar a escapar a girondinos y aristócratas en Burdeos, atemorizada por el giro radical que estaba tomando la Revolución Framcesa y el ascenso de dudosos y brutales personaje como Fouché, sin más méritos que lanzar las proclamas adecuadas ante la persoma apropiada. Los perseguidos bordeleses la llamaban Notre Dame de Bos Secour ( Nuestra Señora del Buen Socorro). 

El último mes que Teresa estuvo en Burdeos, mayo de 1794, las ejeciones brillaron por su ausencia. El julio, bajo el control del ciudadano Julien, perdieron la cabeza 76 personas, y en julio fueron 126.

Teresa huye a París pero allí es detenida por orden de Robespierre. Es internada en una mazmorra de la prisión de Ha. Más tarde, durante el periodo del Directorío, ella haría correr la historia de que las ratas de su calabozo le roían los dedos de los pies, pero nadie pudo ver las cicatrices. Tampoco ella se descalzó en público, por lo que no sabemos si esta historia sobre la insalubridad de las cárceles del periodo del Terror es cierta o no.

Mientras tanto, corre el rumor de que la salud de Robespierre está deteriorada y que ve conspiradores por todas partes. Los diputados jacobinos de la Convención Nacional temen por sus cabezas y deciden derribar a su líder. Es el 9 de Thermidor. Tallien usa el puñal para evitar que Robespierre diga nada ante la avalancha de acusaciones de "haber traicionado a la Revolución" por parte de sus antiguos compañeros de viaje. Mientras ejecutaron a los radicales de Saint Just estuvo bien. Mientras las cabezas fueron las de los moderados de Dantón también estuvieron de acuerdo. Pero ahora que pueden ser sus propias cabezas no les gusta ya su líder.

Tallien fue el héroe visible pero dos personajes lo hicieron posible desde las sombras de la conspiración. Fouché, jefe de Policía Política y amante de la hermana del derrocado; y Sieyés, que ofrece el apoyo de la coalición política de la oposición, la Llanura.

Los thermidorianos no perdonaron a Tallien su relación con las matanzas de septiembre donde una turbamulta azuzada por el difunto Marat asesinó sin juicio a todos los que se encontraban en las cárceles en ese momento. Ni a Teresa su relación con Tallien. Ella se limitó a declarar: "Cuando se está a punto de ser arrastrado por la borda es imposible escoger la tabla de salvación" antes de abandonarlo.

Teresa fue la comidilla de las fiestas y los bailes del periodo del Directorio. Y escogió mal. Pudo ser la amante de un militar pobre pero con grandes dotes para la estrategia, Napoleón Bonaparte, o del ciudadano Barras, hombre fuerte del nuevo Gobierno moderado. Teresa escogió al segundo. Napoleón, coronado emperador, prohibió a Teresa Cabarrús todo acceso a la Corte y a los salones de París.

Se enamoró de un marqués y terminó sus días en el chateau de Chimay, en Bélgica. En su castillo protegióa los artistas, y ayudó economicamente a la población. Jamás usó su influencia para labrar la perdidión de nadie que no fuera el ciudadano Robespierre.