Fue un artista polifacético abonado al escándalo, en sus creaciones o en su vida amorosa. Se cumplen 100 años del nacimiento de este creador controvertido y brillante que sufrió violencia y denuncias y fue asesinado de manera espantosa. Su crimen sigue siendo un misterio.
Es noche de verbena en Ramuscello, un pueblo de la región de Friuli. La gente canta y baila bajo la estrellas. Pier Paolo Pasolini se encontró con tres adolescentes conocidos y se fue a una era apartada. "Besó a uno de los muchachos, el mayor de ellos, de 16 años, y luego fue masturbado por él en presencia de los otros.
Posteriormente también hubo masturbación grupal" cuenta Miguel Dalmau en PASOLINI, EL ÚLTIMO PROFETA (Tusquets) y Premio Comillas de Historia.
Alguien los debió de ver y se corrió la voz. Perdió su empleo como maestro, su madre no dormía y su padre le gritaba. Esta fue una de las primeras trampas a las que su homosexualidad y su afición a los chaperos y efebos le traía. "Sentía rabia consigo mismo por la no aceptación de su diferencia sexual y no soportaba que eso causara problemas en otos", dice su biógrafo.
Hasta ese verano del escándalo, Pier Paolo era muy querido en el pueblecito de Casarce della Delizia, el pueblo de su madre. Aquel muchacho dulce y sensible se convirtió después en un hombre rebelde, rabioso atormentado y en el azote de la burguesía democristiana. ¿De dónde viene esa rabia? Se ha especuado con que el padre, el quinto conde de la Onda, un noble arruinado por el juego y alistado en las hordas partidarias de Mussolini, era un hombre violento que pegaba a su mujer. Dalmau no cree esta versión. "Es cierto que el padre era alcohólico y violento pero jamás les pegó ni a Pasolini ni a su madre".
Susanna Colusi, la madre de Pasolini, era una maestra rural, una mujer alegre y cariñosa. Según el testimonio de Nico Naldini, su primo, "pasolini vivió el vínculo de los amores perfectos". La cogía en volandas y bailaba con ella por el salón de su casita de Casarca cuando no estaba el padre, al que abandionaron después del escándalo de Ramuscello.
Pasolini tenía un hermano pequeño, Guido, un partisano comunista, Lo fusilaron en 1945. Los dos aman en Friuli pero los comentarios y el desprecio larvado a Pier Paolo hacen que los dos se animan a dejar esta región y probar suerte en Roma. Fue una decisión traumática.
Llegan a la capital con lo puesto en 1949. Primero los aloja el tío Gino, el hermano de Susanna. Luego se trasladan a Rebbibia, un suburbio marginal que roza el chabolismo, donde malviven los inmigrantes procedentes del sur, de Nápoles y de la Campania. "En verano había un manto de polvo y en verano, un palmo de agua", rememora Pasolini.
"Estaba abatido por haber perdido todo: trabajo, rspeto, confianza e su mundo en Casarca, la escuela, y de haber arrastrado a su madre", cuenta Silvana Mauri, una amiga de la familia. "Vi repampaguear en el fondo de sus ojos una diabólica ansia de vivir el infierno que lo rodeaba, porque se abría ante él una nueva realidad (...), el arrabal y los jóvenes que jugaban al fútbol, una especie de anonimato,una libertad nueva". Los chicos del arrabal serán para él los sustitutos de los alumnos a los que daba matemáticas en Casarca.
Susanna y Pier Paolo viven en las barriadas tercermundistas de Rebbibio y Monteverde, sin agua corriente ni luz eléctrica. Pasolini empieza a escribir una antología de poesía dialectal uy otra de lírica popular: LAS CENIZAS DE GRAMSCI y la novela CHICOS DEL ARROYO, un retrato de lo que ve en su trayecto de cuatro horas diarias hasta la primera escuela donde lo aceptan como maestro, en la otra punta de Roma. Se fija en las familias que duermen mal en un único colchón; en los que acampan en las ruinas del Imperio Romano. Luego, estas gentes apareceran en sus películas.
Poco a poco va emergiendo el intelectual, el escritor. Se hace amigo de intelectuales como Alberto Moravia, Elsa Morente, Oriana Fallaci. Es coguionista con Fellini de la DOLCE VITA. Se obsesiona con los excluidos sociales, el rechoazo a los valores burqueses en general y la democracia cristiana en particular, la religión y el sexo crudo. En 1961 estrena su primera película: ACATTONE ( MENDIGO). Sigue con los rodajes de MAMMA ROMA, EL EVANGELIO DE SAN MATEO, PAJARICOS Y PAJARRACOS, EDIPO REY, TEOREMA, POCILGA. Pasolini iene una querencia por la provocación y la polémica. Es como Caravaggio, el pintor del siglo XVII. Utiliza macarras de la calle, excluídos sociales para que protagonicen sus películas y sus desahogos sexuales, aunque tenga que pagar de cuando en cuando el precio.
Convence a María Callas para que interprete a Medea.Los dos acabarán de ser abandonados. La Callas por el multimillonario Aristóteles Onassis; Pasolini por el chapero Ninetto Davoli, su gran amor. María Callas y Pier Paolo viajaban juntos y se besaban en la boca, e incluso pensaron en el matrimonio.
Es entonces cuando sucede el segundo escándalo sexual en la vida del cineasta. Un gasolinero joven con el que se acostó lo acusó de haber robado la gasolinera a punta de pistola. El director ya era conocido y tenía reconocidos enemigos por sus escritos políticos entre las élites sociales. Fue condenado a dos semanas de reclusión y a una multa de diez mil liras por ser homosexual.
Su cine tampoco gusta a las autoridades. Es condenado en 1962 a cuatro meses de prisión por su cinta LA RICOTTA, por vilipendiar a la religión y al Estrado. En 1969, en plena efervescencia del Mayo Francés y de las revueltas estudiantiles en todo el bloque capitalista se puso del lado de los carabinieri que reprimían a los estudiantes. Los llamó "niños de papá".
Pasolini estaba en contra del aborto, aborrecía a las autoridades, despreciaba la naciente sociedad de consumo. "Mi primera reacción a esta tragedia del consumismo fue evocar con nolstagia la vieja Italia campesina y proletaria. De ahí que rodase la trilogía de la vida", escribe. La trilogía está compuesta por adaptaciones de EL DECAMERÓN, LOS CUENTOS DE CANTERBURY y LAS MIL Y UNA NOCHES, películas con una característica pasoliniana, rabiosa.
Su última película es SALÓ O LOS 120 DÍAS DE SODOMA, una adaptación de las novelas del marqués de Sade difícil de digerir para cualquiera. Según Pasolini es la metáfora de la reducción del cuerpo humano a un objeto en manos del poder. En vez de nobles decadentes del siglo XVIII salen camisas negras del régimen de Mussolini. Solo coincide en el sadismo, las torturas y las humillaciones, con las que Pasolini quiso denunciar la perversidad del fascismo.
Su relación con los chaperos de los arrabales siguió adelante y se volvió más peligrosa, autodestructiva. Pasolini desaparecía días enteros, sus amigos de clase altas con intereses de estetas artísticos lo buscaban durante días y los carabinieri lo encontraban magullado y con las ropas ensangrentadas.
Y así llegamos al 1 de noviembre de 1975, cuando condujo su Alfa Romeo G T 2000 a un callejón de prostitución masculina, frente a la Estación Termini. Pino Pelosi, un chapero de 17 años, subió al coche. Los amantes ocasionales cenaron en El Biondo, una ostería en la que el director de cione era conocido.
A la mañana siguiente la señora Maria Tersa Lollobrigida vio un bulto grande en el hidropuerto de Ostia. Era el cadáver de Pasolini. Le habían reventado los testículos a golpes, tenía fracturas y contusiones por todo el cuerpo, lo habían atropellado varias veces con su propio coche, habían intentado quemar el cadáver...
Pino Pelosi confesó el crimen y fue encarcelado por ello, aunque sus biógrafos opinan que detrás podrían estar los servicios de inteligencia italianos, la Democracia Cristiana, la Mafia o cualquier organización conservadora en elpoder. Pasolini los zahería continuamente con sus artículos periodísticos y estaba a punto de desvelar un turbio asunto que implicaba al Gobierno.

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