Los bagualeros, los gauchos chilenos.

 En la Patogonia chilena apenas hay carreteras ni poblaciones, excepto Puertos Natales, con sus   agradables restaurantes y su ferry que comunica el lugar con el resto del país. Un poco más al norte está el parque nacional Torres de Payne, y más allá unos campos de hielo totalmente hostiles a la presencia humana. Este es el reino de los bagualeros, los vaqueros chilenos.

"Bagualero" viene del nombre que reciben las peligrosísimas reses cimarronas que se han asilvestrado en estos hermosos pero duros parajes, los baguales. Son descendientes de las primeras vacas que los ganaderos trajeron a la Patagonia y llevan generaciones sin ver un lazo. Los bagualeros las acosan con perros y tratan de derribarlas  con los lazos, pero es una lucha cuerpo a cuerpo incierta en las que a menudo gana el animal. Y por ganar estos hombres entiender morir de una cornada. Tampoco es raro que las reses se ahoguen o se estrangulen con los lazos.

Arturo Iglesias, un baguelero mítico de Puerto Natales, nacido en 1919, fue empitonado por una res bagual en los testículos. El toro pudo haberle matado pero decidió huir ante el estampido de los fusiles de los otros gauchos. También perdió la mayor parte de su dentadura el bagualero Iglesias. Aún así insistió en montar y galopar hasta su estancia, donde cogió el ferry hasta Puerto Natales donde renunció a ser castrado quirurgicamente para salvarse de una mas que segura septicemia. Solicito un emplasto con sal y se puso una dentadura postiza.

Preguntado su nieto si valía la pena jugarse la vida así por un estilo de vida que puede desaparecer por la periodista Alexandra Fuller, este contestó que dependía de si valorabas la grandeza del sufrimiento o la banalidad del confort. De si lazar toros en un ambiente inhospito y aislado era solo una forma de ganarse la vida que podría reemplazarse por otra o si lo que realmente te gusta hacer.

Son 30  los caballos que cargan con las provisiones, las tiendas, la comida de los perros y el equipo de un grupo de cinco bagualeros. Aún así estos gauchos prefieren viajar con lo imprescindible. Si  se acaban las provisiones los humanos pasan un poco de hambre pero urge cazar una res porque los perros se comen las piezas de cuero del equipo si no reciben sus raciones. Las reses que mueren durante la captura son despiezadas y preparadas en pemmican tanto para los canes como para los bagualeros.