La egiptología es una fuente de permanente debate y análisis. La egiptóloga Salima Ikram ha apuntado una nueva teoría acerca del aspecto actual de la momia del malogrado faraón adolescente Tutankamón. Por ejemplo se ha fijado en que las vendas de la cabeza recuerdan a la corona de Osiris. Se ha embadurnado la momia con resinas oscuras, como símbolo de la fertilidad del limo negro del Nilo, que fertilizaba Egipto. Osiris era un dios de la fertilidad.
La momia de Tutankamón no tiene los brazos cruzados en el pecho, sino a lo largo del cuerpo, tal y como yació en el ataúd en que fue encerado por su malvado y envidioso hermano Seth, el dios Osiris.
Y luego está el asunto del pene de la momia. Según Howard Carter, el pene simulaba una erección, algo difícil de conseguir tras los 40 días preceptivos del cuerpo muerto bajo la sal de natrón. Esta manipulación podría sugerir la virilidad de Osiris. "Durante su vida el faraón encarnaba a Horus, pero era bajo la tutela de Osiris bajo quien se cobijaban tras la muerte", explica Ikram.
Toda esta anormal manera de embalsamar responde a los deseos de los sacerdotes de Amón de hacer una declaración política después del caos que habían traído las reformas religiosas y litúrgicas del faraón Akenatón, padre de Tutankmón. Los dioses tradicionales de Egipto habían regresado, Menfis volvía a ser la capital, y el viejo mundo quedaba restaurado.
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