viernes, 13 de diciembre de 2024

Cromwell, el puritano que robó la Navidad a los británicos.

 En 1647 estalló un disturbio en una pequeña ciudad a 60 millas al sudeste de Londres. ¿Por qué unos pacíficos tenderos levantaron barricadas y se enfrentaron a las tropas enviadas por el Parlamento? Porque el mayor William Bridge había ordenado el arresto de un comerciante por cerrar su tienda con motivo de las fiestas navideñas.

Los transeuntes atacaron a Bridge y sus hombres y rompieron las ventanas de los establecimientos que permanecían abiertos y rápidamente se hicieron con el control de la localidad de Canterbury. Se apoderaron de la imprenta, de los mosquetes de un almacén militar mientras cantaban villancicos, esas canciones subversivas.

Aunque la Navidad honraba el nacimiento de Cristo, los cristianos no la celebraron hasta el siglo IV, pero solo para reemplazar festividadades que conmemoraban el solsticio de invierno como las Saturnales romanas o el Yule germánico.

Cuando Gran Bretaña rompió con la Iglesia de Roma los ingleses siguieron celebrando la Navidad con banquetes, villancicos y decoraciones con velas. Pero los puritanos, los protestantes ingleses, no apreciaban la Navidad. La asiociaban con gente que se emborrachaba, practicaba deporte como patinar en el hielo en lugar de rezar o veía obras teatrales, otra cosa que querían abolir.

En 1642 los parlamentarios estaban descontentos con los modos de gobernar despóticos y represivos de Carlos I, un rey que creía gobernar por derecho divino y le declararon la guerra. Para 1645, Cromwell ya la había ganado y ejecutado al rey. Ahora ya se veía con las manos libres para abolir la Navidad.

En 1645 el Parlamento publicó el Directoría de Trabajo Público en el que proclamaban que el 25 de diciembre era un día laboral y se excluían los servicios religiosos porque tenían en cuenta que la Navidad había tenido orígenes paganos, y para diferenciarse de los católicos, que sí la celebraban.

En 1647 hubo levantamientos en Norwich, Canterbury e Ipwichs por gente que se manifestaba en contra de las nuevas leyes de Cromwell y sus parlamentarios quue ya detenían y ahorcaban a los que sorprendieran en servicios religiosos clandestinos el 25 de diciembre o colocase en sus casas decoraciones navideñas.

En 1653 Oliver Cromwell se convirtió en Lord Protector de Inglaterra, Escocia e Irlanda. Murió en 1658, lo que puso fin al experimento republicano en Gran Bretaña y su hijo no dio la talla como gobernante por su falta de aptitedes por lo que el Parlamento negoció la vuelta de la monarquía con Carlos II.

Este monarca reabrió los teatros, revivió la Corte y devolvió la Navidad a los británicos. El cronista de la Corte de Carlos II, Samuel Pepys incluso habló del tema del regreso de la Navidad a Londres en sus famosos diarios. Fue a dos servicios religiosos protaestantes, una vez por la mañana y otra ves por la tarde y se tomó con su familia un festín de pollo y cordero la Navidad de 1660.


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