-Tío;¿has oído hablar de Tin Berners, Steve Jobs, Elon Musk, Joel Oppemheimer, Linus Torvalds, etc?
-Claro. Son grandes científicos.
-¿Y de Bonnie Dumbar o Joan Higginbotham?
-No; ¿Quiénes son?
-Amigo mío; vamos a tener una larga charla.
Y la larga charla nos llevó a entrevistarnos con Nathalia Holt, autora de ROCKET GIRL; LAS MUJERES QUE NOS PROPULSARON, DE LOS MISILES A LA LUNA O A MARTE. Este libro habra de un grupo de técnicas y matemáticas del Laboratorio de Propulsión a Chorro en Pasadena.
¿Quiénes son esas Rocket Girls de las que hablas en tu libro?
Son las "computadoras" de la NASA. Se las llamaba así porque son anteriores a la llegada de los ordenadores a la institución federal. Las mujeres eran contratadas para hacer los cálculos con lapiz y papel. Cuando llegaron los piomeros ingenios electrónicos fueron las primeras programadoras. No hay un solo proyecto importante de la NASA que no haya tenido la participación de estas mujeres entre bastidores.
Si yo no había oído hablar de estas mujeres, y en el mundo de la ciencia, las voces cantantes son masculinas, ¿Por qué decidiste escribir sobre ellas?
En 2010 estaba esperando una hija. Mi marido decidió que se llamaría Eleanor Francis. Yo no sabía por qué este nombre así que investigué en Internet. Descubrí que había existido una Eleanor Francis Helin. Lo supe porque pude ver una foto de ella recibiendo un premio a manos de los cuadros directivos de la NASA en 1960, en plena carrera espacial con la Unión Soviética.
¿Por qué una institución que tardó mas de 30 años en mandar a Sally Ride al espacio contrató mujeres?
En realidad porque las necesitaban. Cuando las mujeres empezaron a ser importantes para la parte técnica de las misiones espaciales, descubrieron que ningún hombre aceptaría dar órdenes a unas mujeres sin considerarse castigado por los directivos. En aquella época, 1962, muchas mujeres se graduaban en las escuelas técnicas pero muy pocas encontraban trabajo de su especialidad. Lo tenían más fácil las enfermeras, las secretarias o las maestras.
Entonces la NASA contrató como jefa de equipo a Macie Roberts. Era la supervisora de las computadoras, y, como los varones, encontró muy difícil dar órdenes a los hombres. Necesitaba tener un grupo cohexionado. Así que contrató exclusivamente mujeres.
Háblamos de Janez Lawson, la primera técnica afroamericana.
Era una ingeniera química que recibió su títulación en UCLA. La única puerta que le abrieron para trabajar en su especialidad fue la de la NASA. Fue la primera afroamericana técnica de laboratorio de la institución federal. Fue una de las dos personas enviadas a hacer un entrenamiento técnico en la escuela de IBM, como ingeniera quimica. Después de dejar la NASA tuvo una brillante carrera.
Pero no nos hablas en tu libro de Katherine Johnson, la afroamericana que calculo la trayectoria de nuestro primer vuelo a la Luna. ¿Por qué es esto?
Me concentré en las mujeres del Laboratorio de Propulsión a Chorro porque muchas tuvieron carreras largas para la NASA. Algunas de ellas pasaron allí 30 o 40 años .
¿Cómo compaginaban sus carreras en el Laboratorio con sus vidas privadas y obligaciones familiares, como la educación de los hijos?
La política del Laboratorio de Propulsión a Chorro es facilitar a estas mujeres unos horarios flexibles. Ellas decidían si querían trabajar hasta tarde en una misión importante de la NASA, o por el contrario, salían antes. En otros departamentos de la NASA, los horarios de 8 horas diarias son muy rígidos. No existe, desde luego, la camadería que habia entre estas mujeres. De hecho, nadie le dirige la palabra al ocupante del despacho de al lado.
Macie Roberts dijo de sus subordinadas y de sí misma: "TIENES QUE PARECES UNA CHICA, ACTUAR COMO UNA DAMA, PENSAR COMO UN HOMBRE, Y TRABAJAR COMO UNA PERRA". Háblanos de las relaciones entre estas mujeres.
En 1960 solo el 25 por ciento de las mujeres trabajaba fuera de casa. Por esta razón, las computadoras se apoyaban las unas a las otras. Cuando una de las mujeres del Laboratorio tuvo un bebé, Helen Ling, la lugarteniente de Macie Roberts, le preguntó cuándo quería volver al trabajo.
¿Quién era Cora?
Cora era un ordenador IBM- 1620. Tenía su propia habitáculo en la oficina de las mujeres bajo el rótulo "core storage". Las técnicas la rebautizaron como Cora, y pusieron una lista con todos sus nombres en la puerta del despacho del ordenador.
En aquella época la mayoría de los cálculos se hacían con lapiz y papel, y los hombres miraban con desconfianza la presencia de mujeres en sus espacios laborales. Cuando llegaron los primeros ordenadores - las computadoras artificiales- muchas de estas mujeres se divirtieron escribiendo programación para ellos.
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