Polonia oscura.

LAS VAMPIRESAS DE CRACOVIA.

En todo el este de Europa se persiguió con saña a los vampiros hasta bien entrado el siglo XVIII. Los arqueólogos han excavado recientemente el cementerio de Drawsko. Hallaron infinidad de cuerpos del siglo XVII y de las primeras décadas del siglo XVIII con hoces hincadas en el suelo en torno a los cuellos de los cadáveres y piedras sobre la garganta.

Seis "vampiresas" han sudo encontradas en la plaza del principal mercado de Cracovia. Dos de los esqueletos estaban decapitados y otra de las mujeres fue enterrada boca abajo con las manos atadas a la espalda.

Nota:

En la Polonia del siglo XVII se creía que los zurdos tenían muchas papeletas para convertirse en vampiros.

EL DRAGÓN DEL CASTILLO DE WAWEL (CRACOVIA)

El castillo de Wawel se halla sobre una colina de piedra caliza con muchas fisuras y abundantes cuevas. La leyenda dice que, en tiempos del rey Krak, vivía en una de ellas un feroz dragón que se alimentaba de doncellas y ganado. La suerte del saurio se acabó cuando dos jóvenes príncipes pusieron a su alcance pieles de ganado empapadas en azufre, lo que hizo que las entrañas del monstruo ardieran. La historia terminó mal para unos de los muchachos porque su hermano pequeño lo mató y le echó la culpa al dragón.

Hoy en día se puede ver una pequeña estatua del dragón de la leyenda en el exterior del castillo de Wawel. En el interior tiene un mecanismo para que la estatua escupa fuego en las ocasiones especiales.

LA DAMA BLANCA DEL CASTILLO DE KORNIK.

Esta fortaleza está cerca de la ciudad de Poznak, en el oeste del país. En el comedor del palacio del siglo XV está colgado el retrato dela dama Teófila Scholdraska- Potulicka (1714-1790). Dicen que su fantasma sale del cuadro por las noches como una "dama blanca" y cabalga por los terrenos del castillo en compañía de un misterioso y fantasmal caballero.







LOS ENANOS DE WROCLAW..

También reciben el nombre de krasnale. Aunque los de Wroclaw son más famosos por razones políticas que mitológicas. En a década de 1980 estaba en marcha la Revolución Naranja que solicitaba una mayor autonomía con respecto al Gobierno de la Unión Soviética. Los nacionalistas polacos empezaron a pintar grafitos de los krasnale en las paredes de Wroclaw primero, y después de toda Polonia.
La primera estatua de uno de estos enanos se inauguró en la calle Swindnicka de Wraclaw en 2001. Desde entonces se han instalado por todos el país 166 más.