Historia de una pasión, de Terence Davies.

Nacida en 1830 en Nueva Inglaterra, Emily Dickinson recibió una severa educación calvinista en un colegio femenino de Massachussets. Los primeros fotogramas, que se abren con la escena de la graduación, muestran la fuerte voluntad de la muchacha, ya formada en la adolescencia.

Emily vive en una familia de rígida conducta; en realidad, es un matriaracado, aunque siempre supervisado por el padre, un abogado y miembro del Congreso. Este hombre vela por las lecturas de la muchacha y está presente mientras escribe sus poemas.

Descrito el ambiente familiar, ya no hay nada más que ver. Pasa el tiempo. Emily y sus hermanas se convierten en adultos, y el padre, casi en un anciano.

Emily escribe cartas y versos. Dueña de una sólida formación literaria, plasma las emociones de un alma que sobrevive recluída en una habitación a causa de una enfermedad- ¿epilepsia, nefritis, agorafobia?-. Vive los conflictos de los demás con una pasión sin freno. No puede salir de su habitación pero puede sentir y escribir sobre lo que siente.

A todo esto se une el hecho de que Emily Dickinson es una mujer en el siglo XIX, una época en que está mal visto que las chicas muestren aptitudes intelectuales. Tendrá que editar sus poemas en un periódico de segunda categoría y sin firmarlos con su nombre. El primer poemario completo de Emily Dickinson saldrá firmado en 1890, cuatro años después de su muerte. Murió en 1886, a los 55 años.

Para ver:
https://www.youtube.com/watch?v=9a17Px4URbk