Otra película sobre a lacra del narcotráfico en Colombia, aunque para variar ésta está producida por los propios colombianos. Ciro Guerra obtuvo una nominación al Oscar con su anterior trabajo EL ABRAZO DE LA SERPIENTE (2015). Para rodar esta cinta se inspiraron en los cantos mitológicos de los wayú, un pueblo del desértico norte de Colombia, en el que se cuenta la compleja mitología y las crónicas de un periodo llamado la bonanza garimbera, donde el cultivo de marihuana, el derroche capitalista y el olvido de tradiciones que habían marcado durante siglos los avatares de este pueblo y su relación con los espíritus y las divinidades fueron el presente. De hecho, García Márquez sacó de estos campesinos muchas ideas para sus novelas de realismo mágico.
La película aborda el mundo de la producción de marihuana en los años 1970 de la mano de Rapayer Abuchaibe, un indígena wayú interpretado por José Acosta. Los diálogos están rodados en wayuunaiki, el idioma nativo. Este recreación de un mundo de desigualdades sociales, falta de oportunidades, al margen de las producidas por la asunción de la violencia y el narcotráfico pretende ser una metáfora de la historia reciente de un país asociado injustamente con el mundo de los cárteles.
A primera vista, Colombia es una de las democracias más estables de América Latina. Desde 1950 no ha sufrido ninguna intentona golpista por parte de los militares y los gobiernos se han sucedido unos a otros tras una campaña electoral. ¿Cómo es posible que las mentiras del narco Pablo Escobar fueran un canto de sirena tan potente en las villas miserias del extrarradio? Los proyectos políticos colombianos no supieron integrar dentro de sus estructuras a amplios sectores de la población, especialmente a los campesinos indígenas y a los paisas urbanos. Los candidatos se presentaban a los cargos por lealtad a los patriarcas de sus familias o sus clubes de campo. Cualquier reivindicación social fuera de esos estrechos límites era ignorada o reprimida.
En la década de 1940 el socialdemócrata Jorge Eliécer Gaitán propone unas reformas que prometen acabar con el bipartidismo pero es asesinado en 1948. Bogotá se convirtió en un caos con continuos incendios y saqueos las semanas siguientes. Un periodo conocido como "La Violencia" se produjo la siguiente década. Los líderes liberales y los conservadores se asesinaban en las calles de Bogotá, Medellín y Cali, sin llegarse a imponerse ante los rivales.
Para defender a los campesinos indígenas de las aproximadamente 40 bandas, cada una con entre 10 a 20 miembros, en un territorio de 23.000 kilómetros cuadrados, el Partido Comunista creó las zonas de "Autodefensa Armada". Los diversos grupos armados de izquierdas crearon las FARC en 1966, la guerrilla campesina más longeva de Hispanoamérica, más longeva que los sandinistas nicaragüenses o Sendero Luminoso en Perú.
En las décadas de 1960 y 1970 la contracultura empieza a hacer en Estados Unidos y Europa una falsa propaganda de las drogas como algo liberador e igualitarista. Y los campesinos de Santa Marta llevan cultivando para su propio consumo base de coca desde la década de 1920. Así surgen dos carteles rivales, Cali, y Medellín, dirigido por un sociópata llamado Pablo Escobar, capaz de desestabilizar el país por placer y aglutinar a los "paisas" desempleados y desesperados como un puño contra las autoridades y los militares. Escobar moriría en una emboscada por los tejados de Bogotá en 1993.
Los campesinos indígenas desplazaron el cultivo de la yuca o la patata, tanto es así que las FARC empezaron a cobrar un impuesto por el derecho a cultivar la pasta de cocaína. Los jefes de los cárteles compraban toda la producción y pagaban mejor que los intermediarios de las cadenas de alimentación, pero esto era así porque en las calles de Nueva York o de San Francisco podían venderla 80 veces más cara que lo que recibían los productores. En el sur del país, en plena selva amazónica, las amas de casa pagaban los comestibles o las consultas médicas con base de cocaína en presencia de la Policía, que nada podía hacer por evitar lo que se había convertido en un hábito cotidiano.
Los wayú, de los que trata la película PÁJAROS DE VERANO, vivieron una época marcada por las ganancias rápidas y el despilfarro. Muchos campesinos pasaron del carromato con mulas a la camioneta Ford, sin pasar por una etapa intermedia de comprarse una bicicleta. En la Juajira, el departamento en que habitan los wayús, la tasa de homicidios entre los campesinos cocaleros triplicaba la de los paisas de los extrarradios de toda Colombia. El cultivo de marihuana y la construcción de pistas de aterrizaje para los correos de la droga contribuyeron a desforestar la Amazonia colombiana.
Para ver:
Comentario sobre las películas EL ABRAZO DE LA SERPIENTE (2015) sobre la destrucción de la Amazonia colombiana causada por los caucheros en 1940 y de PÁJAROS DE VERANO, sobre como las comunidades indígenas del norte de Colombia se desestructuraron para poder cultivas base de coca en 1970.
https://www.youtube.com/watch?v=cih1UHP11y8
Para ver:
Comentario sobre las películas EL ABRAZO DE LA SERPIENTE (2015) sobre la destrucción de la Amazonia colombiana causada por los caucheros en 1940 y de PÁJAROS DE VERANO, sobre como las comunidades indígenas del norte de Colombia se desestructuraron para poder cultivas base de coca en 1970.
https://www.youtube.com/watch?v=cih1UHP11y8
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