A Prim lo mataron asesinos a sueldo, sicarios. El misterio es quién los contrató. Como en las novelas de Agatha Christie, hay muchos sospechosos.
A los revolucionarios que conspiraron y lucharon en algaradas callejeras contra la Guardia Civil para expulsar a Isabel II no les gustó que el presidente Prim tratara de sustituirla por un rey de la Casa de Saboya. A los industriales catalanes no le gustaban las reformas arancelarias. Los hacendados cubanos estaban empezando a escuchar rmores acerca de la venta de la isla del Caribe a los norteamericanos. A los carlistas no les entusiasmaba Prim. Antonio de Montpensier, que había financiado la revolución, veía con estupor furia como el trono de España, que esperaba ocupar como Antonio I de Orleans, se le escapaba de las manos. Demasiados enemigos para un presidente.
Tras derrocar a Isabel II de Borbón, los prograsistas de Prim,proponían para el trono a Fernando de Coburgo, padre del rey portugués Luis I, mientras que los unionistas querían a Morpensier. Esta opción no prosperó.Prim acabó ofreciendo el trono español a Amadeo de Saboya, duque de Aosta. El 16 de noviembre de 1870. Amadeo I fue elegido rey en las Cortes. El 27 de diciembre salía para España. Ese mismo día Prim era acribillado a balazos en su carruaje oficial en la llamada Calle del Turco.
Atentado contra Amadeo I de Saboya. |
LOS SOSPECHOSOS.
El Duque de Montpensier:
Fue autor intelectual del crimen. Su frustración era evidente, ya que sin él no se hubiera movido nadie para derrocar a Isabel II. De hecho, su hombre de confianza, Solís Campuzano fue detenido. Pero cuando su hija, María de las Mercedes, se casó con Alfonso XII de Borbón, desaparecieron docenas de folios del sumerio que lo inculpaban. No fue a la cárcel ni al exilio porque era hijo de Luis Felipe de Orleans y Maria Amalia de Borbón Dos Sicilias, y estaba casada con María Fernanda, la hermana de Isabel II.
El General Serrano:
Francisco Serrano había sido aliado de Prim pero en ese momento eran enemigos. Las sospechas se intensificaron cuando presidió el primer Gobierno de la monarquía de Amadeo I. Serrano jamás mostró interés en resolver el caso.
El mismo Prim, en su lecho de muerte dijo: "No lo sé, pero no me matan los republicanos".
José Paul y Angulo:
El diputado radical José Paul y Angulo, directos de El Combate, había sido aliado de Prim en anteriores intrigas, pero el asunto de poner un rey de la Casa de Saboya en el trono lemolestaba. Al subir al carruaje le susurró a Prim: "A cada cerdo le llega su San Martín". Hubo testigos que afirmaron haber escuchado su voz dando la orden fatal de abrir fuego a los sicarios. Su fuga del país no hizo mas que incrementar las sospechas.
José María Pastor:
Era el jefe de la escolta de Serrano, y también fue detenido. Tres de los matasietes detenidos, Francisco Ciprés, Pedro Burundarri y Manuel Iturralde, declararon haberse reunido con Pastor en el Café de Correos y haber recibido 10 duros por participar en el magnicidio. Cayeron docenas de hombres de las clases populares. Siete de ellos fallecieron en prisión y otras dcena falleció en circunstancias no aclaradas.
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