Lorena y John Wayne Bobbitt.

Esta mujer (1970), de origen ecuatoriano, emigró con su familia a los Estados Unidos en busca de una vida mejor. Por entonces era una preciosa latina con la piel ligeramente morena y una cabellera oscura y rizada. Actualmente se ha teñido de rubio.

En 1989 se casa con el ex marine John Wayne Bobbitt. El periodo que va desde la noche de bodas al 23 de junio  de 1993 es de auténtica pesadilla. Ahora tenemos el culo pelado de ver las hazañas de los maltratadores de género por televisión. Los periodistas se centran sobre todo en sus trágicos resultados. Yo soy consciente de que cualquier mujer puede caer en manos de uno de estos personajes. Pero en 1993 no teníamos la sensibilidad hacia los maltratadores de género tan a flor de piel.

Tras cuatro años de humillaciones, golpes, violaciones maritales, borracheras e infidelidad matrimonial, una noche Lorena Bobbitt ( de soltera Gallo) dijo basta. John Bobbitt llegó borracho a casa y la encontró dormida. La violó. Ella, en estado de shock, fue a coger un vaso de agua, siempre según testimonio suyo, y vio en la mesa de la cocina un cuchillo. Lo cogió y le cercenó el glande y parte del cuello del pene a su marido.

"No fue una decisión mía, aunque lo parezca. Uno decide si quiere un coche rojo o blanco. Coger el cuchillo y emascular ( cortar el pito) a John fue un acto automático. Luego conduje por toda la ciudad de Manassas (Virginia), donde vivíamos, y al llegar a una parada de Stop, vi que tenía el glande ensangrentado todavía en la mano derecha, así que lo tiré por la ventanilla", recuerda Lorena.

¿Qué hace el bueno de John Leslie Bobbitt mientras tanto? Se despierta con resaca y con los pantalones del pijama ensangrentados. Llama a sus amigos del Ejército para pedir consejo, a su padre, y por último, a la Policía.

Los policías capturan a Lorena, todavia en estado de confusión, y le obligan a confesar dónde tiró el glande. Los agentes registraron un jardín. John Wayne Bobbitt todavía tuvo la suerte de que aquel vecino de Manassas no tuviera esa noche a sus perros correteando por el césped. Tras una operación de varias horas le fue reimplantado el miembro viril.

¿Cree que el circo se ha acabado? No. Las feministas declararon que Lorena Bobbitt había cometido el acto de reivindicación femenina supremo. Lo que no explicaron es en qué consistía, si en cansarse de una situación insostenible de maltrato y reaccionar en defensa propia, o en anular sexualmente a un hombre machista.

Lorena fue declarada inocente, aunque no las tuvo todas consigo durante el juicio. El fiscal dijo que unas bragas rasgadas durante la violación en realidad labían sido cortadas con unas tijeras El defensor hizo desfilar por el estrado a clientas del salón de bellezo donde trabajaba. Las compañeras dijeron haber visto a Lorena llorar a escondidas y las clientas vieron los moratones en sus brazos.

John Bobbitt recibió un trato de protagonista inmerecido. Los canales de televisión se lor rifaban e incluso realizó una película pornográfica llamada JOHN LESLIE SIN CORTES, donde una actriz latina llamada Verónica Brazil interpretaba a Lorena. "John tiene un pitito encantador", llegó a decir. Inexplicable en un gremio, el de las hardeurs, a las que se les previene contra ciertos hombres.

Como la película gustó se rodaron dos secuelas, entre ellas una parodia llamada FRANKENPENNIS. Una de las actrices con la que trabajaba se casó con él y recibió una paliza tras la que tuvo que intervenir la Policía. John también fue detenido por robar en una tienda de ropa prendas por valor de 50.000 dólares. Se ha casado y divorciado en cuatro ocasiones; de Lorena Gallo, actualmente Bellinger, en 1995.

"He tenido varias parejas desde entonces y ninguna se ha quejado, excepto Lorena. Ah, bueno, y también Joanna".

John Leslie Bobitt.

"A la prensa le pareció importar la anécdota de que una mujer le cortara el pene a su marido que todo el trasfondo de malos tratos que había detrás. Desde entonces me he casado por segunda vez con David y he tenido una hija. Duermo tranquila con mi esposo y él sabe que está a salvo conmigo. No soy violenta ni tengo instinto criminal alguno"

"John me envía cartas por San Valentín y quiere que retomemos "lo nuestro", porque este mundo gobernado por y para los hombres le premió a él y me estigmatizó a mí. Es un perdedor que no quiere reconecerse en ese papel".

Lorena Gallo.

"Me alegro de que apareciera el pene. Hubiera sido muy extraño verlo reclamado una caja de leche".

El anormal de David Letterman, presentador de televisión.

"Y las esposas dóciles palpan el filo del trinchante"

Raymond Chandler.