Empecemos esta entrevista con el legendario sertanista y protectos de los indios del Amazonas Sidney Possuelo de la FUNAI.
-Dice que la FUNAI ya no contacta con los indios isolados (sin contacto con el hombre blanco). ¿Por qué?
Bueno; vamos a matizar eso un poco. Son indios aislados porque no desean contacto con el hombre blanco, no porque no lo conozcan, al menos por referencias. La prueba de ello es que huyen de nosotros, los hombres civilizados, internándose más y más en la selva. Todos han tenido su contacto con los blancos desde la época de los conquistadores. Han visto de lejos a los meadereros o a los buscadores de oro (garimpeiros). Y han visto lo suficiente para saber que no somos buenos.
-¿Cómo solían hacer los contactos cuando esa era la política de la FUNAI?
Preparábamos un tapirí ( una choza con techo de hojas y ramas) con presentes como anzuelos, cuchillos de hierro y cazuelas. Después nos íbamos. Si al cabo de un tiempo indeterminado, encontrábamos el tapirí destrozado y los regalos allí, es que los indios no deseaban el contacto y lo olvidábamos de la agenda por cuestiones de seguridad.
Si se aceptaba el contacto viajábamos un grupo de indigenistas y un lingüista. Lo primero que hacíamos es convencerlos para que se vacunasen porque un simple resfriado podía acabar con las tres cuartas partes de una tribu al cabo de una semana.
-¿Cuál es el problema de los contactos?
Que pierden su cultura o desaparecen como grupo. Llegan cosas como el alcohol, los garimpeiros abusan de sus mujeres, los especuladores y los colonos los echan de su territorio, etc...Es un caldo de cultivo pefecto para el enfrentamiento con muertos.
Además ellos creen que no somos diferentes a las demás tribus con las que conviven, comercian o guerrean. No comprenden lo que es el mundo civilizado. Un día llevé a un amigo indígena a una ciudad para hacer unas gestiones. No nos quedaba otra. Cuando vio todos los que éramos y una parte pequeña de lo que somos capaces de construir, ya no volvió a hablar jamás. A eso me refiero.
-Habrá vivido situaciones de peligro.
Oh, sí. Demasiadas. Una vez estabamos cenando en un puesto de avanzadilla de la FUNAI cuando empezaron a silbar las flechas. Dos alcanzaron a un compañero y lo hirieron de gravedad. Así que avanzamos a trompicones, encendimos el generador y los potentes focos. Aquello amedrentó a los indios bastante. Tuvimos suerte, porque los hay que no se asustan así como así.
-¿Que tal de mujeres?
Mal, y no por culpa mía. Les parece romántica la idea del explorador blanco en la selva ayudando a los nativos. Pero cuando ven que eso significa que pasas ausente del hogar largas temporadas sin una garantía de regreso, se echan atrás. Me he casado seis veces. Sé lo que es eso.
-¿Alguna vez con una nativa?
Podría. Puede que saliera bien. Pero lo considero un abuso. Es como si un médico de cabecera aprovechara para tocar inadecuadamente a las pacientes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario