Valeria Mesalina .

En uno de sus documentos, Plinio el Viejo contó que la primera esposa del emperador Claudio había retado al gremio de las prostitutas de roma. Una de ellas, la siciliana Escila, competiría contra Mesalina a la hora de saciar mas hombres en una sola noche.

Escila decidió que ya había tenido demasiado tras ser poseída por 25 hombres.Según la leyenda Mesalina estuvo esa noche con 200. Cuenta la leyenda que Mesalina invitó a Escila a ayuadarla con alguno de sus clientes, pero esta se retiró a descansar murmurando: "Esta infeliz tiene les entrañas de hierro".

Pero ¿que sabemos realmente sobre Valeria Mesalina?.A los 15 años se casó con el senador Claudio, un hombre de 45 años tartamudo,cojo por culpa de la poliomielitis y endeble de salud. Engendró con el dos hijos: Claudia Octavia y Tiberio Claudio Germanico, mas conocido como Britanico.

 El 41 después de Cristo, Caligula es asesinado y Claudio, proclamado emperador. Todavía sin los rumores sobre su escandalosa vida sexual, a Mesalina le sobraban enemigos en el ambiente palaciego, entre ellos Agripina la menor. Sus detractores exageraron la avidez sexual de la muchacha. Juvenal decía que Mesalina era habitual en los peores lupanares, donde tenía reservado un cubículo donde recibía a sus clientes, desnuda y con los pezones pintados con colorante dorado. En esos ambientes se hacía llamar Licisca.

Es probable que alguno de los escándalos fueran reales, pero todas las romanas sabían que bastaba un solo rumor para que el paterfamilias las repudiara o condenase a muerte. Pero si tenemos en cuenta cómo era la moral sexual romana precristiana, con sus incestos, magnicidios e intrigas  podemos entender parte de lo que pudo haber pasado.

Mesalina finalmente cometió dos errores:casarse en secreto con Cayo Silio y conspirar para matar a Claudio. Advertido del complot, el emperador arrestó a los traidores. Encargó la ejecución de su esposa al un centurión pretoriano. Mesalina lo había humillado públicamente contando varios gatillazos con ella a sus hombres, según la leyenda. El centurión tenía que verificar que Mesalina cogía correctamente la daga y se atravesaba el corazón, pero todo lo más que logró fue hacerse una joyería en uno de sus senos. El verdugo tuvo que rematarla.

Tras la ejecución de Valeria Mesalina, Claudio ordenó retirar las imágenes de su esposa  y les dijo a los pretorianos que lo matasen si volvía a casarse .Cosa que incumplió, porque fue envenado pr su segunda esposa, Agripina, madre de Nerón.