El Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) ha buscado el cuerpo de Marta del Castillo, desaparecido en 2009, en amplios tramos del Guadalquivir, fincas, depuradoras, vertederos y pozas. Buscaron el cuerpo del niño Gabriel Cruz, asesinado por la que aspiraba a ser su madrastra, en una poza de aguas fecales. Y extrajeros de otra fosa los restos saponificados - momificados con una consistencia muy parecia a la del jabón- de la adolescente gallega Diana Quer.
"Hemos recuperado 90 cuerpos durante 201 aunque lo mas agridulce es tener que entregar los cuerpos a las familias, sobre todo si se trata de un niño de la edad de nuestros hijos", me dice un sargento, me dice el cabo Antonio García.
Se entrenan siguiendo las más rigurosas cribas. "Primero hacemos un exigente éxamen teórico sobre conocimiento del medio submarino y de técnicas de rescate. Luego hacemos un duro entrenamiento en lo psicólogico y lo físico. Para sumergirnos lo hacemos en parejas, muchas veces en aguas con la consistencia del Cola Cao, con visibilidad cero, e intentando no perder la comunicación con el compañero, mientras el relevo permanece en la superficie".
"Hemos rescatado a otros buceadores y espeleológos. A Xisco Gràcia lo rescatamos en 2017 de una sima submarina a 40 metros de profundidad. Ya habíamos rescatado en la misma sima a otro espeleobuceador en 2004 y al segundo 10 años después".
"Buscamos en el fondo de los ríos cosas como alijos de cocaína, armas y coches siniestrados, además de cadáveres. También protegemos el patrimonio submarino. En Villajoyosa (Alicante) patrullamos cerca de un pecio de la epoca romana para disuadir a los expoliadores".
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