Estamos en medio de un mundo esquizofrénico. Mientras los censores estadounidenses repasan uno a uno todos los cartoons de Hannah Barbera para que ninguno de sus personajes salga fumando, los niños se pasan las horas viendo durante la franja protegida las vicisitudes de Stewie, un bebé con una inteligencia superior planear el asesinato de su madre. "O por lo menos conseguir que deje de respirar", según dice él. Nunca lo consigue.
Lo que nos lleva a la pregunta de si los dibujos animados son apropiados para que los vean niños sanos. En los Simpson vemos que el barman Moe parece ser más feliz cuanto más borrachos están sus parroquianos. El propio Homer bebe demasiado. Pero también vemos que Los Simpson son una familia unida, que se apoya en los peores momentos. Hay un episodio que me llevó al alma y que considero especialmente educatico. Lisa descubre de Jebediah Springfield, el fundador de Springfield, fue un pirata, no el héroe que todos esperan. Va a desvelar la verdad pero cuado descubre que el mito de Jebediah saca lo mejor de la gente, hace que se esfuercen por ser mejores, decide guardar silencio.
Eso me lleva a la idea de si Dios existe o no. Conclusión: es irrelevante lo que suceda después de morir. Si Dios, la idea de la salvación, saca lo mejor de nosotros, Dios no es tan malo. Al manos en este plano de la realidad.
Otro cartoon - empezó siendo tira cómica- que traigo aquí es Carlitos y Snoopy. Su dibujante, Schutz, lo dibujó para combatir la idea de que la infancia es una época dorada donde los niños no tienen preocupaciones. Los que tienen problemas serían los adultos. Schultz nos dice a través de Carlitos, un auténtico perdedor, que las derrotas infantiles se recuerdan con más vehemencia.
Mafalda, otra tira cómica que acabó siendo consumida por los niños, nos muestra el espíritu de los años 60. A través de Raquel y Ángel, los padres neuróticos de Mafalda; de las esperanzas de un futuro mejor y las concesiones a la negra realidad de la Guerra Fría por parte de la niña protagonista; y del papel que Argentina, una nación de segunda fila, jugó en este conflicto, Mafalda nos muestra su época.
"Hoy en día Mafalda habría desaparecido a manos de los militares de la Escuela Mecánica de la Armada", explica Quino, haciendo referencia a lo que scedió con aquellos niños que crecieron en Buenos Aires en los años 60 y albergaron idealismo de algún tipo.
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