Fue escrito hace cinco siglos. Pero ni los más avanzados lingüistas ni las grandes mentes de la criptografía han podido descifrar el códiceVoynich. ¿Por qué ni siquiera hoy, con la ayuda de la inteligencia artificial, podemos leer ni una sola palabra de este misterioso manuscrito?
Unberto Eco visitó la Biblioteca Beinecke de Libros Raros y Manuscritos de la Universidad de Yale. Solo quiso ver un único libro.
El bibliotecario se dirigió al anaque Ms 408 y le trajo al manuscrito Voynich. Los medievalistas lo consideran el libro más misterioso del mundo y miles de estudiosos se acerca a New Haven (Connecticut) solo para verlo. Umberto Eco examinó sus dibujos de especies vegetales desconocidas para los botánicos, planos del cosmos que ningún astrónomo logra ubicar y mujeres desnudas que se bañan en misteriosos manantiales. Pero no se puede ir más allá. Está encriptado e tal forma que nadie ha logrado saber de qué trata el códice.
En 1969 el manuscrito Yale, un incunable del siglo XV, fe donado a la Biblioteca de Yale. Ningún criptógrafo ha descifrado su código. ¿Y la Inteligencia Artificial? Greg Kondrak, profesor de Ciencia Computacional de la Universidad de Alberta (Canadá) ha encontrado una técnica para averiguar el idioma original enel que pudiera estar redactado el texto. Usa varios algoritmos basados en la frecuencia en la que aparecen los carácteres... Su método funciona con los cifrados clásicos de sustitución ( se cambia una letra por otra), pero sospeche que en el Voynich hay también anagramas ( palabras e incluso frases en que las letras estás desordenadas).
En mayo de 2019 un especialista inglés aseguraba que había encontrado en el manuscrito los rudimentos de una lengua rudimentaria basada en el romance. La Uniersidad de Bristol se desmarcó cuando los especialistas señalaron los puntos flacos de esta tesis. Nuevo fracaso.
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