sábado, 5 de octubre de 2019

La Guerra de Afganistán (1979-1989)

Parece mentira pero fue cierto. Afganistán fue un aliado de los Estados Unidos durante la Guerra Fría y la década de 1990. Los talibanes eran considerados luchadores por la libertad solo porque combatían a una autoridades colaboradoras de los soviéticos con coches bomba, explosivos y armas. Pero el 11 de septiembre de 2001 mordieron la mano que los acariciaba, la mano que les había mimado por saber morder otras manos, y fueron expulsados a los lodazales de la Historia.

En 1978 se había producido en Afganistán la Revolución Saur que era el levantamiento de las tribus pasthum contra los ocupantes rusos y las autoridades que los apoyaban. Aquellas catervas de soldados que luchaban a caballo en las montañas en pleno siglo XX en una guerra de guerrillas contra uno de los ejércitos más potentes y capaz de reponer sus constantes bajas como el soviético duró toda la década de 1980. Se hicieron en los Estados Unidos películas de propaganda como la tercera parte de Rambo, e incluso los talibanes aparecen ayudando a James Bond en una peligrosa misión en Asia Central. Hoy, no creo que se programen estas películas en las televisiones occidentales mucho. Porque los pasthum ya no son heroícos ni amigos de Occidente. Lo que son las cosas...

Al término de la Segunda Guerra Mundial los ejércitos se volvieron dependientes de los combustibles, y tener petróleo y gas natural para poder ganar una futura guerra se volvió vital. Pero para ello, como decía Kissinger, había que dominar los países por los que pasaban los gasoductos. Arabia Saudí estaba dominada por la casa real Saud, aliada de los Estados Unidos. Entregó el contrató de explotación de los pozos a una empresa de gestión familiar, Bin Laden Group..

En el lado estadounidense se nombró enlace comercial con los intereses de Riad a Prescott Bush, un ejecutivo que ya había sufrido un varapalo y cierto ostracismo por parte del Gobierno de los Estados Unidos por apoyar empresas nazis durante el periodo de entreguerras, entre ellas la Luftwaffe. Un tal George Bush estuvo en los años 60 pringado en el asalto de la Bahía de Cochinos en Cuba por agentes anticastristas.

El clan Laden estaba dirigido por Salem Laden que quería reconducir las costumbres demasiado occidentales de un pariente llmado Osama que trabajaba como colaborador de la CIA aglutinando a todos los luchadores contra intereses soviéticos en Oriente Medio y Asia Central. Ya en los años 90 cabecillas de los talibanes viajaron varias veces a Houston a la sede de Bush Energy, que aglutinaba los intereses de las compañías energéticas occidentales que deseaban invertir en los pozos de combustible gestionados por los talibanes y los saudíes.

Los pashtunes, una etnia tenían que lidiar con una decisión tomada en 1893 por un diplomático llamado Mortimer Durand que estableció una marca de 3.000 kilómetros que separaba Afganistán de Pakistán. Muchos pashtunes se encontraron viviendo en una país extraño de repente y crearon movimientos islámicos que reclamaban unos derechos históricos, y en algunos casos su propio país, pero también los hubo que utilizaron las armas para reclamar y defender sus objetivos. Fueron los llamados huhaidines.

En 1969 el rey Sahir Shah redacta la primera Constitución, donde se impoía la igualdad entre hombres y mujeres, en contraposición de la sharia, de raíz machista. Los que defendían que era lícito cortar la nariz a una mujer por sonreir a un hombre que no fuera su marido eran los huhaidines pro occidentales. Se abrió la primera Universidad en Kabul, pero la propaganda del bloque capitalista decía que eso solo podía bebeficiar a los rusos. Dijeron cosas más fuertes, pero dejémoslo estar.

Entre 1969 y 1970 hubo una serie de revueltas propiciadas por las malas cosechas, el desabastecimiento alimentario y el temor a una hambruna. Un golpe de estado acaba con la monarquía en Afganistán. Zahir Shah huye a Francia mientras el presidente laico Taraki intenta hacer con los mandos de la situación. En 1979 Taraki fue asesinado, pese a contar con el apoyo de Moscú.

Bajo el control soviético, durante la invasión de 1979 se impuso el salario mínimo interprofesional, se legisló la igualdad de hombres y mujeres, bajó por ley el precio de los alimentos, se hicieron campañas de alfabetización en las aldeas más remotas... Pero aquel bienestar no gustaba a los capitalistas, por lo que armaron a los guerrilleros pashtunes y apoyaron a los dirigentes talibanes para que se hiciesen con el control.

En 1989 Gorbachov decidió que habría un enfriamiento en las tensiones entre los bloques si su ejército abandonaba Afganistán. Los talibanes se hicieron con el control del país y Estados Unidos tuvo que buscar otros aliados que sembrasen el terror en la zona más simpáticos. Lo que quiere decir más desconocidos para el ciudadano de a pié occidental.


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