martes, 8 de octubre de 2019

Polonia. Y mañana, la libertad...

Durante la Guerra Fría el mundo quedó dividido en dos bloques irreconciliables: el comunista, atenazado por la Unión Soviética, y el capitalista, dirigido por los Estados Unidos. Polonia fue uno de los países que contribuyó a acabar con esa hostilidad.

A comienzos de 1945, el Ejército Rojo quebró las defensas germanas durante la ofensiva del Vístula-Oder, y Varsovia cayó el 17 de enero de 1945. En Gandsk se levantarían la mayor ciudad portuaria de la ciudad y el sexto nucleo urbano del país. Allí estaban los astillerosque despertarían la sed de libertad de la clase obrera polaca...

En sus instalaciones, el movimiento obrero comenzó a aglutinarse desde finales de los años sesenta. La Primavera de Praga de 1968 se cerró con un baño de sangre. Las huelgas masivas en Polonia le pusieron las cosas muy difíciles al Secretario General del Partido Unificado de Polonia, Waldislaw Gomulka por la sangrienta represión de las protestas. Fue destituido en diciembre de 1970. El principal foco de la revuelta fueron los comités de trabajadores del astillero de Ganks.

El segundo round sindical de los trabajadores del astillero contra la patronal fue en 1980. El detonante fue el despido de una operadora de grúa, Anna Valentinowicz, portavoz del comité de huelga de la empresa. Sus compañerosaxigieron su readmisión. Esto sucedía en el contexto de una grave crisis económica, con una deuda de unos 20.000 millones de dólares. La severidad de las autoridades no se correspondían con su debilidad, por lo que pocos días después se sentaban a la mesa de negociaciones.

Se llegaron a una serie de acuerdos que quedaron casi todos, menos el principal de ellos en "papel mojada. Se permitiría la creación de sindicaton libres, no controlados por el Estado. En septiembre de 1980 se creó el primer sindicato legal en la historia de Polonia, Solidaridad, presidido por Lech Walesa, un electricista de 37 años.

En 1981, Solidaridad contaba con nueve millones de miembros, muchos de ellos católicos. El movimiento obrero fue alimentado por ilustres clérigos como Henryn Jankowsky, que levantó una capilla en los astilleros. Por esa época el Papa es otro polaco, Karol Wojtyla, ambos están profundamente interesados en la apertura del bloque comunista a las influencias exteriores.

El 13 de diciembre de 1981 Polonia sufre un autogolpe de Estado con el fin de perpetuar el comunismo. El responsable es un militar llamado Wojciech Jaruzelski, que encarceló a varios líderes delSindicato Solidaridad, entre ellos Walesa. El último líder comunista de Polonia afirmó en el banquillo de los acusados que los muertos por la represión durante su Ley Marcial son un mal menor si se comparan con las que se habrían producido durante una intervención del Ejército Soviético.

La Primavera polaca se cubría de un manto de nieve mientras los tanques polacos patrullaban las ciudades y arestaban a los civiles que estaban en ellas fuera de las horas reguladas.

En 1983 Walesa recibe el Premio Nobel de la Paz pero no va a Estocolmo a recogerlo, sin que envía a su esposa, Danuta. El miedo de que una vez en el bloque capitalista no se le permta regresar a Polonia es más que real.

En 1988 estalla una huelga general en las minas, los transportes y las empresas siderúrgicas. Jaruzelski amenazó con cerrar los astilleros Lenin. Pero Walesa contaba con el apoyo del Papa y de la premier británica Margaret Thatcher. Las actividades de Solidaridad rebasan lo meramente sindical y se convierten en un movimiento político más generalista.

El modelo de la Transición española revoloteaba en el ambiente. El periodista, ensayistas y escritor Adam Michnik, que dirigía la Gaceta - único medio de comunicación que se oponía al discurso oficial- comentó en París en el contexto de unas jornadas sobre DEMOCRACIA Y REVOLUCIÓN FRANCESA: "En Polonia se produce actualmente una reflexión para ver si es posible aplicar una transición política a la española, con el objetivo de buscar un compromiso de sustituir la dictadura por el orden democrático".

Tras las reuniones de las Conversaciones de la Mesa Redonda, mantenidas entre febrero y abril de 1989 cerca de Varsovia el Gobierno accedió a convocar unas elecciones legislativas parcialmente libres, en las que el Club Parlamentario Cívico Solidaridad obtuvo el 35 por cieto del Congreso frente al 37,6 del Partido Obrero Unificado Polaco de Jaruzelski

Los moderados de Solidaridad aceptaron la pérdida de la Cámara Baja y que la Jefatura del Estado recaería en Jaruzelski, pero la oposición se arrogó la prerrogativa de formar Gobierno. El militar recibiría las carteras de Defensa, Interior, Transportes y Gobierno, mientras que el Club Parlamentario Cívico Solidaridad recibiría las de Hacienda, Industria, Trabajo, Vivienda, Educación y Cultura e Información

El primer Gobierno no comunista de Polonia - y por extensión, del bloque del Este- fue presidido por Tadeusz Mazowiezki, quien solo unos años antes estaba encarcelado bajo la Ley Marcial de Juruzelski.

España dio la bienvenida al nuevo Gobierno y Juan Carlos I, Jefe de Estado español, hizo una visita oficial a Polonia durante el otoño de 1989. El siguiente paso fue promover el multipartidismo en las elecciones presidenciales de 1990, en las que Jaruzelski ni siquiera era candidato. Walesa sería el presidente entre 1990 y 1994.



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