Jean Fouquet (1420-1481) desarrolló una pintura basada en el realismo y con un estilo que destaca por cierto distanciamiento. Se basó en las obras de Andrea del Castagno y de Massaccio.. Fue pintor de cámara de Luís XI a partir de 1475, para quien realizó ilustraciones de libros, retablos, vidrieras y esmaltes. Una de las obras que realizó para Étienne Chevalier es el DÍPTICO DE MELUN, que, como todo díptico, constaba de dos partes, aunque hoy ambas se encuentren en diferentes lugares. En una de las partes Chevalier aparece junto a San Esteban y es el santo quien intercede ante el funcionario real ante la Virgen, que aparece con el Niño Jesús en la otra mitad del díptico.
Los historiadores del arte clásico solían identificar el rostro de la Virgen como Catarina, esposa de Chevalier, muerta en 1452 y enterrada junto a su marido en la iglesia de Notre Dame de Melun, una población al sir de París. Pero ahora, la hipótesis es que se trata de Agnes Sorel, una dama que fue favorita del rey Carlos VII de Francia, muerta en 1450. Esta dama apoyó notablemente la carrera de Chevalier.
Agnes Sorel había aparecido en la Corte de Carlos VII con escasos 20 años. El rey de Francia se enamoró de ella a pesar de que la doblaba la edad y de que estaba casado con una reina, María de Anjou, que le había proporcionado 11 hijos, entre ellos el futuro rey Luís XI.
Agnes Sorel escandalizó a la Corte con sus escotes y corpiños apretados que dibujaban la forma de los pechos y marcaban los pezones, por llevar una cola en los vestidos un tercio más largas que las de las otras damas y por asistir a un torneo llevando una armadura de plata y perlas. Chevalier la recordaba con afecto porque animó al rey a continuar con las hostiidades contra los invasores ingleses tras un periodo de inactividad.
En el díptico la vemos con un pecho al aire, pero no es el pecho nutricio de las madres porque el Niño Jesús no se halla mamando de él, sino que le da la espalda para señalar a Chevalier, el comitente, en indicación muda de que sus pecados han sido perdonados. Pero este seno al descubierto no está allí porque sí, sino indica que la Virgen es la intercesora, como madre de Jesús, de La Tierra con el Purgatorio. Delmismo modo, mostró Jesús la herida del lanzado del centurión Longinos a los apostoles.
Agnes Sorel escandalizó a la Corte con sus escotes y corpiños apretados que dibujaban la forma de los pechos y marcaban los pezones, por llevar una cola en los vestidos un tercio más largas que las de las otras damas y por asistir a un torneo llevando una armadura de plata y perlas. Chevalier la recordaba con afecto porque animó al rey a continuar con las hostiidades contra los invasores ingleses tras un periodo de inactividad.
En el díptico la vemos con un pecho al aire, pero no es el pecho nutricio de las madres porque el Niño Jesús no se halla mamando de él, sino que le da la espalda para señalar a Chevalier, el comitente, en indicación muda de que sus pecados han sido perdonados. Pero este seno al descubierto no está allí porque sí, sino indica que la Virgen es la intercesora, como madre de Jesús, de La Tierra con el Purgatorio. Delmismo modo, mostró Jesús la herida del lanzado del centurión Longinos a los apostoles.
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