domingo, 1 de marzo de 2020

El Templo de Millones de Años de Tutmosis III. Dentro de una expedición arqueológica española.

Cerca del Nilo, frente a la mítica Karnak, se alza elTemplo de Millones de Años de Tutmosis III. Sepultado por la arena durante milenios, un equipo de arqueólogos dirigidos por una sevillana está sacando a la luz algunos de los hallazgos más importantes sobre el Antiguo Egipto de los últimos años. Así es cómo trabajan.



Tutmosis III fue uno de los grandes líderes militares de la Antigúedad, un estratega que en el siglo XIV a de C, llevó al Imperio egipcio a su máxima extensión, desde Siria hasta Sudán. Pese a su relevancia, es poco lo que sabemos acerca de este faraón guerrero. Esto es lo que intenta remediar desde 2008 la egiptóloga española Myriam Seco, al frente del proyecto de excavación y restauración del Templo de Millones de Años de Tutmosis III.

El rico yacimiento incluye una mecrópolis de diferentes épocas y abarcau un arco cronológico de más de 1500 años. En ella se han encontrado tesoros como las joyas de la Dama Nº 14, una momia que escapó del expolio a causa del derrumbamiento de parte de su tumba. El equipo de Myriam Seco lo recuperó en 2014 y hoy se exponen en el Museo de Luxor junto a la estatua de Tutmosis III., el sexto faraón de la XVIII Dinastía.

También se halló una momia del Tercer Periodo Intermedio (1010-650 a de C). Está dentro de un ataúd de madera pintado con colores vivos. La momia pertenece al Sirviente de Amón y de la Casa Real Amón Renef.

El arqueólogo gallego Manuel Aballeira está a cargo de la restauración de las fosas de una necrópolis datada hacia el final del Primer Periodo Intermedio e inicios del Imperio Nuevo (hacia 2050 a de C). Cataloga las piezas de olos ajuares fnerarios modestos de personas humildes que quisieron ser enterradas cerca del Templo.

Bajo un toldo investigadores del Instituto de Medicina Evolutiva de la Universidad de Zurich examinan las radiografías de una de las escasas momias de un neonato encontradas. Las momias aportan muchísima información acerca de lo que comían los antiguos egipcios, las enfermedades que padecieron y dan pistas acerca de las actividades laborales que llevaban a cabo.

Dentro del frescor de uno de los almacenes el paleografista noruego Fredrick Hagen estudia el material hallado en hierático - una simplicación de los jeroglíficos para su escritura en papiros-, con valiosa información administrativa, económica y religiosa. Transcribe a la piz pequeños fragmentos de textos tremendamente fragmentados a los que tiene que proporcionar un contexto.

A pleno sol, sudando como una descosida, la especialista en cerámica Reyes Surné es la responsable de las tumbas de la época tardía (664-332 a de C). Está desenterrando piezas importantes para luego catalogarlas, limpiarlas y etiquetarlas.

El sol pega de plano y donde hay un poco de sombra se pueden ocultar cobras o escorpiones. La temporada dura tres meses al año pero mientras tanto se organizan las siguientes operaciones así como se llega a acuerdos salariales y se dan las instrucciones a los trabajadores locales y se busca financiación. También se presentan los resultados delante del Ministerio de Antigüedades.

A la una y media de la tarde, un silbato avisa del final de la jornada de excavación. Los arqueólogos suben a un microbús, comen juntos en una mesa alragada y se pasan la tarde etiquetando el material y leyendo lo que otros arqueólogos anteriores escribieron sobre lo que se está encontrando en la campaña de este año. Los portátiles echan humo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Unas cartas muestran la caída en desgracia de Cristobal Colón.

 El navegante que descubrió América fue un hombre maquiavélico que no dudó en intentar manipular a los Reyes Católicos cuando las quejas de ...