martes, 31 de marzo de 2020

Hace un millón de años (1966).

Película de aventuras ambientada en un Paleolítico de fantasía. No es que me queje que yo, tan puntilloso y pedante que a veces doy asco, vaya a poner por los suelos esta película. El juego va de imaginarnos que las leyes de la Naturaleza eran más salvajes de lo que realmente eran en una Prehistoria en la que humanos y dinosaurios conviven.

Tumak (John Richardson) es un rudo cazador que vive entre los miembros de la Tribu de las Rocas. Es un grupo donde los vínculos son generalmente de dominio, gobernado por el viejo Akhoba. Tras una disputa con su padre, Tumak, hijo del jefe, decide marcharse, sin saber si podrá sobrevivir en el mundo exterior. Y es que el Paleolítico de la Hammer es muy duro, con tanto monstruo prehistórico suelto.

Tras sobrevivir a una serie de encuentros con dinosaurios, Tumak es recogido por un grupo de bellísimas pescadoras de la Tribu de las Conchas a la que pertenece Loana (Rachel Welsch). La nueva tribu es un grupo más desarrollado que decora su cuerpo con joyas, entierra a sus muertos y hacen arte rupestre. Tumak pasa de ser el héroe del día cuando salva a una niña con la ayuda de Loana y otro cazador del ataque de un alosaurio a ser expulsado cando trata de coger la lanza con la que ha matado al dinosaurio" y tiene una pelea con Ahot, su dueño.

Loana decide acompañar a Tumak, que regresa al territorio de la Tribu de las Rocas para reclamar su lugar. Sakana, el hermano de Tumak, llevado por el ethos profundo de esta tribu, decide derrocar al viejo Akhoba, pero pronto el volcán estallará, y las disputas por el poder serán el menor de los problemas de los miembros de las tribus de las Conchas y de las Rocas.

Nota:

Es una película muda de acción. Todo el rato pasan cosas. Los hombres luchan con los hombres ahora, después con los dinosaurios y solo lo dejan para volver a pelearse con los hombres. Debía ser muy estresante ser un cavernícola. Los dinosaurios parecen más grandes de lo que eran, pero claro, se trata de exagerar el poder destructivo de la Naturaleza y de la condición humana.

Es una película maniquea. Que todos los hombres y mujeres de la Tribu de las Rocas estén obsesionados con la violencia y el poder mientras que todos los hombres y mujeres de la tribu de las Conchas sean más cooperativos chirria mucho. Es más, con unas criaturas siempre hambrientas allá fuera, dudo que un invidualista tenga mucho que hacer antes de ser devorado por un T Rex.

Dicen que la cinta sirvió para elevar a la categoría de estrella a Rachel Welsch y su biquini de pieles. Lo más probable es que las pescadoras de la Tribu de las Conchas se hubiesen metido en el agua desnudas bajo la supervisión de un cazador. Y tampoco me creo que todas tengan tan buen especto, sin rozaduras y moratones, con las dentaduras en buen estado, sin vello en las piernas y sin embarazos o niños de corta edad a la vista. Pero tenemos que tener en cuenta que el bikini había aparecido por primera vez en una película de James Bond en 1960 y era la prenda de moda.

Para ver:
https://www.youtube.com/watch?v=wSCswWt-j1Q 

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