Durante el siglo XVIII España contaba con una de las más poderosas Marinas de Guerra de su época. Don Pedro Mesía de la Cerda (1700-1783) fue un marino y militar español que ganó fama eterna por ser oficial comandante del Glorioso, con el que derrotó a varias fragatas y buques de línea ingleses.
El 25 de julio de 1747, el buque de línea Glorioso llegó a Corcubión, donde pudo desembarcar la plata de las Indias, cuyo destino era sufragar la guerra por las colonias americanas contra los ingleses. A la altura de las Azores el Glorioso fue atacado por el buque de línea Warwick y la fragata Lark. En Finisterre fue atacado por el Oxford, de 60 cañones, y dos fragatas, de 24 y 20 cañones respectivamente. Los desmanteló a todos. En el Cabo San Vicente el buque de Mesía de la Cerda es atacado por cuatro buques de corso ingleses: el King George, el Prince Frederick, el Duke y el Princess Amelia. El 19 de agosto de 1747 el Glorioso tiene que enarbolar bandera blanca ante el Russell, de 80 cañones. Era imposible hacerle frente por falta de pólvora y munición. Pero ese mismo día había hundido al Darmouth, de 50 cañones tras acertar en la santabarbara con una andanada certera.
Al año siguiente, 1748, termina la Guerra del Asiento contra Inglaterra, con derrota inglesa, y Mesía de la Cerda es enviado a combatir a los piratas berberiscos en el Mediterráneo. Acabaría dirigiendo las dos divisiones navales del Mediterráneo. Su meteorica carrera naval le llevó a ser nombrado consejero del Supremo de Guerra.
Entre 1761 y 1772 fue virrey, gobernador y capitán general de Nueva Granada. Allí tuvo que apaciguar a los criollos de Quito que se levantaron durante la Revuelta del Estanco. Estos se habían rebelado por la grabación de nuevos impuestos sobre los aguardientes, y la creación de una aduana para las bebidas espituosas. Los clérigos y los dueños de plantaciones que elaboraban bebidas alcohólicas se rebelaron, así como un sustrato del pululacho de Quito, que creían que iban a pagar más impuestos por una de las escasas distracciones que tenían. Era 1765. También expulsó de Nueva Granada en 1766 a los 181 jesuitas que había en ese territorio por orden de Carlos III, tras el Motín contra el ministro italiano ilustrado Esquilache en Madrid.
Pedro Mesía de la Cerda se retiró a España entre 1772 y 1783, año de su muerte.
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