Las películas sobre las consecuencias de una violación son de una calidad variable. Tenemos THELMA Y LOUISE, que está en la cúspide, aunque no veamos violencia sexual en momento alguno, pero sí las consecuencias del desencuentro entre hombres y mujeres llevadas al extremo. !DISPARA! es como THELMA Y LOUISE, pero con violencia y más minimalista.
Ana (Francesca Neri) es una artista de circo italiana. Monta a caballo mientras dispara a blancos en movimiento. Marcos (Antonio Banderas) es un periodista de la sección de cultura y espectáculos que tiene que hacer un reportaje sobre el mundo del circo. Durante una entrevista sienten atracción física entre ellos y acaban en la cama.
Más tarde, Ana es brutalmente atacada por una pandilla de tres niñatos que la violan y ponen patas arriba su roulotte. Ella coge su rifle de exhibición, va al taller mecánico donde los chicos trabajan y los ejecuta,uno por uno.
Comprendo la ira,la frustración, el deseo de venganza, más si se dispone de un arma. Lo que no comprendo es esa total desconfianza hacia el sistema, más cuando de algún modo, se continúa dentro. Ana no se preocupa de su salud, a pesar de que tiene una hemorragia importante en el útero. Huye, no sabemos de quien, hasta que la Policía le acorrala y tiene que tomar una familia de rehén. Muere en brazos de Marcos, pero en realidad sola.
Se ve una escena de una boda en el circo. Se supone que son un grupo cohexionado. ¿Por qué no recurre a esa familia postiza? Se muestra desarraigo cuando no hay razones para ello. Y Ana debería saber que el sistema protege a las mujeres en su situación.
¿Por qué la Policía no cuenta con un negociador en una crisis con rehenes? Otra gran pregunta.
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