El beso, el apretón de manos, el abrazo... son modos de saludar antiguos, de los que se tienen evidencias desde hace miles de años. ¿Los modificará para siempre la pandemia de COVID-19?
Las tribus primitivas ya se daban la mano. Era una manera de demostrar que no se iba armado. Los griegos de la Antigüedad hacía algo similar solo que ellos se agarraban de las muñecas, como gesto de acercamiento en son de paz.
Heródoto cuenta que los persas se saludaban con un beso en la boca. Los egipcios se tocaban la rodilla izquierda o el suelo con el envés de la mano derecha. En el Tibet se sacaba la lengua para demostrar que no se era la encarnación de un monstruo terrible de lengua negra. El beso en la mano es una derivación del beso en el anillo medieval por parte del vasallo a su señor feudal. Del beso en la mejilla hay noticias desde el siglo VI después de Cristo y es más una constumbre occidental que oriental. En Japón prevalece la reverencia, especialmente a los superiores jerárquicos, como forma de sumisión.
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